“Compañeras, arriba la red, ni una menos”

“El silencio es el miedo que hay entre agresión y agresión” espeta una chica desde encima del escenario, se pone el saxo entre los labios y comienza a tocar la canción de la banda sonora de La lista de Schindler. Cinco mujeres se empiezan a pasar un hilo mientras llaman varios nombres. Son los de las 89 mujeres que han sido asesinadas en el último año en el Estado español víctimas de la violencia machista. Mientras una de ellas sigue encadenando nombres desde el escenario, varios ovillos empiezan a rodar por la plaza de Sant Jaume de Barcelona donde se reúnen las más de 4.000 manifestantes que han participado de la manifestación convocada por la plataforma Noviembre Feminista con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

Una telaraña blanca une a las personas que están en la plaza. “Compañeras, arriba la red, compañeras, ni una menos” repite firmemente la locutora desde el escenario hasta que el grito se vuelve unánime. El saxo toca la procesional Pavane de Fauré.

Con esta acción se ha querido poner fin a la manifestación que ha comenzado, cuando pasaban quince minutos de las siete de la tarde, en la Rambla de Canaletas bajo el lema 'Contra las violencias machistas, autodefensa feminista'. “Muchas violencias machistas se viven de forma individual, pero es un problema del sistema, queremos hacer una ocupación colectiva de la calle como un desafío a los poderes públicos y la sociedad para que se impliquen”, explicaba al inicio de la manifestación Montse Benito, miembro de Ca la Dona, uno de los colectivos en torno a los cuales se estructura Noviembre Feminista, el paraguas con el que se ha convocado la protesta. Benito ha remarcado que la jornada de este miércoles también quería tener un pensamiento por la actual situación de conflicto mundial: “no queremos ni una paz que nos suprima ni una guerra que nos oprima, con las mujeres como moneda de cambio”.

La manifestación, en la que se han podido ver miembros de los diferentes partidos de la izquierda así como sindicatos y organizaciones estudiantiles, ha enfilado la calle Fontanella para luego bajar por la Via Laietana hasta girar en dirección la plaza de Sant Jaume. Durante la marcha se han oído proclamas como: “la noche es nuestra, ninguna agresión sin respuesta”, “ante la duda, tú la viuda” o “la talla 38 me aprieta el chocho”. Mientras la manifestación avanzaba, algunas de las participantes pegaban en las paredes recortes de noticias donde señalaban casos de violencia machista en que los medios hablaban de mujeres muertas. El rotulador rojo se encargaba de remarcar que habían sido asesinadas.

La plaza de Sant Jaume ha recibido la manifestación con los edificios de la Generalitat y el Ayuntamiento iluminados de lila. Las velas se han ido reuniendo frente al escenario donde se ha hecho el recuerdo a las víctimas. “Las mujeres son usadas como motín de guerra, víctimas de todas las caras de la violencia” se sentía por megafonía mientras los últimos manifestantes llegaban a la plaza.

La lectura del manifiesto ha ido a cargo de varias voces que señalaban el “sistema heteropatriarcal como origen de todas las violencias” y denunciaban la no responsabilización de los agresores. “No tomar medidas es una forma más de violencia”, decían haciendo alusión a la administración. También se ha querido poner de manifiesto la discriminación de las mujeres tanto en el ámbito laboral como sanitario y educativo y se han reivindicado diferentes luchas como la de las trabajadoras de Eulen, la oposición al TTIP o las Mujeres del Maíz de Ecuador.

El acto ha terminado con un minuto de silencio y cientos de manos alzadas haciendo el símbolo feminista uniendo los dedos índice y pulgar de ambas manos.