Los manteros de Barcelona han alegado este jueves que el turista agredido la semana pasada por unos vendedores les atacó primero. El portavoz del Sindicato Mantero-Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, Lamine Sarr, ha leído este jueves en la plaza de Catalunya de Barcelona un comunicado en el que la organización ha dado su versión de unos hechos que han abierto la caja de los truenos contra el gobierno de Ada Colau, al que toda la oposición acusa de inacción frente al top-manta.
Según Sarr, todo empezó cuando “unos hombres borrachos estaban regateando con un mantero”. Los turistas llevaban una botella de cerveza e insistían en pagar un precio que el vendedor no quería aceptar. “Los hombres borrachos trataron de tontos a los manteros y utilizaron un discurso muy racista”, ha asegurado. El mantero les invitó a marcharse y al darse la vuelta “le pegaron dos golpes con la botella al mantero”, lo que le causó heridas en la nuca y en la espalda porque estaba rota.
“Los compañeros manteros acudieron a ayudarle y apareció José Bravo –el turista norteamericano que denunció la agresión–, que intervino de forma violenta contra nuestros compañeros”, ha indicado, y ha asegurado que fue después de esta situación cuando los manteros presentes actuaron de forma agresiva.
Por contra, el turista denunció que los vendedores le golpearon con la hebilla de un cinturón cuando intercedió para defender a una mujer que estaba siendo increpada tras regañar a un mantero por no poder pasar con un carrito de bebé. El vídeo de una testigo de la agresión muestra a los manteros persiguiendo y golpeando al turista.
Los manteros han reconocido la pelea del vídeo, si bien han precisado que es el resultado final de toda una reyerta en la que sus compañeros empujaron al turista para “evitar que siguiera con su violencia”, pero no lo hizo, y además intervino una persona que estaba con él. Aún así, han reiterado que “hubo una respuesta que lamentamos mucho que haya ocurrido”.
La polémica por la agresión de unos manteros a un turista ha provocado que toda la oposición se una para criticar a Ada Colau y a exigirle que dimita como responsable de la seguridad de Barcelona. De hecho la alcaldesa recibió este miércoles su tercera reprobación de la legislatura.
Los vendedores ambulantes han condenado “todo tipo de violencia, sea de quien sea y donde sea” y han lamentado lo acontecido, por lo que han pedido disculpas. El sindicato, arropado por más de 85 entidades, ha querido “desmentir y desmontar” todo lo que se ha dicho sobre los hechos acontecidos, y han explicado su versión, asegurando que tienen “la conciencia muy tranquila”.