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Un propietario encuentra su piso de Barcelona realquilado en Airbnb con tres literas en el comedor

La presión que el negocio turístico ejerce sobre la vivienda de Barcelona afecta a inquilinos y a propietarios. Si hace una semana era la dueña de un piso de la Barceloneta la que ocupó su vivienda realquilada a través de Airbnb, este viernes Alexis Gullón, propietario de un dúplex en el barrio del Raval, ha denunciado que ha encontrado su piso realquilado ilegalmente en la plataforma.

Las condiciones en que Gullón encontró el piso anunciado en Airbnb dan cuenta del lucro que se obtienen con el realquiler de viviendas: tres literas instaladas en el comedor, lo que permitía ofrecer el piso para 14 personas a 500 euros la noche. Gullón ha decidido hacer público su caso en la emisora RAC-1, donde ha denunciado que “nadie te ayuda, ni Airbnb, ni el ayuntamiento. Parece que solo nos echan una mano si salimos en los medios de comunicación”.

Gullón ha explicado que él alquilaba por 1.200 euros el piso de 60 metros cuadrados más un local “diáfano” de 70 metros cuadrados. Asimismo, ha asegurado que en la misma finca hay otros cuatro pisos turísticos, uno de ellos que se alquila para 10 personas.

Sobre el joven que realquilaba el piso, Gullón ha dicho que en su perfil de Airbnb tenía un piso en Milán, uno en Francia y tres pisos en Barcelona. “Hacía dos meses que tenía el piso alquilado. La agencia se encargó de buscar un inquilino, que era un chico que se llamaba Patrick, eslovaco, que venía de Estados Unidos, profesor con una nómina”, ha afirmado el dueño de la vivienda. “Pagaba regularmente y también abonó dos meses de fianza”, ha añadido.

Al conocer que su piso se anunciaba ilegalmente en Airbnb, “lo primero que hice fue intentar llamar el ayuntamiento, pero fue imposible, me dijeron por teléfono que había que ir en persona y llenar unos papeles”, ha explicado Gullón.

“El chico –según el propietario– aceptó marcharse del piso. La agencia me hizo una cláusula para cerrar el piso conforme este chico se comprometía a que una parte de la fianza se dedicaba a cubrir los gastos hasta que no tuviera el piso alquilado. ”Anteayer se llevó los 14 colchones y todas las camas desmontadas“, ha concluido el denunciante.

El Ayuntamiento de Barcelona mantiene un conflicto con Airbnb, a la que ha sancionado con 600.000 euros, por anunciar pisos sin licencia turística. El consistorio también ha denunciado que incluso un exdirector de Airbnb en España tuvo realquilado ilegalmente a través de la plataforma un piso arrendado en Barcelona.