“Hemos conseguido que nos respeten”, asegura Sergio Arnás, portavoz de la plataforma impulsada este agosto por los vecinos de la Barceloneta contra los pisos turísticos. Tras reunirse la semana pasada con el alcalde Xavier Trias, el miércoles tuvieron la primera reunión semanal a la que se comprometió el consistorio –con la concejala Mercè Homs una vez por semana y con el alcalde una vez al mes– y ayer más de 200 vecinos acudieron a una asamblea para hacer valoración.
De sus demandas con el Ayuntamiento celebran algunos éxitos. Para empezar, el anuncio de la apertura de una comisaría en el barrio, una cuestión que el consistorio lleva negociando desde abril y cuyo anuncio se ha precipitado ante las manifestaciones. Al menos tres vecinos, dicen, tendrán el contrato de su casa renovado cuando estaban a la espera de la expulsión. Y en cuanto a los pisos turísticos, se ha cerrado uno y 47 tienen orden de precintarse. Los inspectores que se encargan de buscarlos –la primera medida aplicada por el Ayuntamiento– se doblarán.
Sin embargo, no tienen suficiente e insisten en la necesidad de seguir movilizándose. Ayer mismo, al salir del encuentro siguieron en un pasacalles reivindicativo por el barrio hasta la plaza del mercado, epicentro de las protestas. Convocan nuevas movilizaciones para el miércoles 10 a las 21h y de cara al sábado 13 plantean una cadena humana que rodee el barrio.
Más allá de sus reivindicaciones generales, como la abolición de todos los pisos turísticos en el barrio y la reconversión de los ilegales en pisos de alquiler social, el miércoles plantearon medidas concretas a la concejala Homs para hacer frente al problema. Reclaman 100 agentes más fijos en el barrio para acelerar las inspecciones en busca de pisos ilegales y que se revise la normativa para que no se permita que se tarden 10 días en clausurar pisos ilegales detectados, inspeccionados y sancionados.
Mientras tanto, los vecinos de otros barrios de Ciutat Vella, que el miércoles se concentraron en puntos emblemáticos del Raval, el Gòtic y el Casc Antic para protestar contra un modelo turístico que también les afecta, siguen buscando la coordinación entre barrios para hacer frente a un problema compartido.