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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Un policía local de Bélgica pidió a un mosso información sobre el imán de Ripoll mediante un correo personal

Un policía de Vilvoorde (Bélgica) se comunicó hace 17 meses con un agente de los Mossos d'Esquadra. A través de un mail, el policía belga, que conocía al agente de los Mossos de coincidir en congresos internacionales, le hizo una consulta informal sobre el imán Abdelbaki es Satty. El mosso contestó que no tenía ninguna información sobre él y que no constaban vínculos con el terrorismo yihadista de quien luego se pondría al frente de la célula que atentó en Catalunya.

Los Mossos d'Esquadra han negado a eldiario.es que el agente que recibió esa comunicación fuese Daniel Canals, jefe de la Unidad de Análisis Estratégicos. Además, insisten en que se trató de una comunicación informal y que Bélgica no utilizó los canales oficiales para comunicar sus sospechas. Según los Mossos, la respuesta de su agente constata que no tenían “información previa” sobre Es Satty.

“A nosotros no nos constaba que esta persona estuviera investigada y fuera peligrosa”, ha declarado el conseller de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn, a la salida de la Junta de Seguridad Local de Cambrils. Asimismo, ha insistido que el contacto entre los policías no fue por canales oficiales. “Es absolutamente informal porque no tenemos canales directos con policías de fuera”, ha afirmado Forn, que ha recordado que la vía oficial hubiera sido a través del Ministerio de Interior.

El conseller ha remarcado que la policía belga no les advirtió sobre la situación del imán y ha negado errores en la actuación del mosso que recibió la comunicación: “No es un fallo, principalmente porque se nos pide información. Damos la que tenemos y en ningún momento nos consta que (el imán) estuviese investigado y que sea peligroso. Si se nos hubieran informado de ello, se habría actuado de otra manera”.

El aviso se produjo el 8 de marzo de 2016, cuando el imán de Ripoll estuvo viviendo en la localidad belga de Vilvoorde, uno de los principales focos yihadistas de Europa. Un policía local de Vilvoorde que conocía a un agente de los mossos por su asistencia a congresos internacionales le trasladó las sospechas sobre Es Satty sin ponerlo en conocimiento de la policía federal belga. Tampoco la policía catalana informó a la Guardia Civil ni a la Policía Nacional.

En el intercambio de correos, el agente de los Mossos sí que comunicó al policía local de Vilvoorde que una persona con el mismo apellido, Es Satty, había sido investigado por sus vínculos yihadistas en otra operación. Según El País se trataba de su pariente Mustafa es Satty, imán suplente en 2006 en una mezquita en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y que vivió en un piso por el que pasaron al menos dos terroristas directamente implicados en los atentados del 11M de 2004 en Madrid.