Los bomberos han denunciado en varias ocasiones su sospecha de que muchas de las víctimas que atienden por incendios lo son en realidad de la pobreza, que les impide calentarse o iluminarse en condiciones de seguridad. Sin embargo, esta sensación no puede ir más allá de la sospecha porque las instituciones no registran ni cuantifican las situaciones de vulnerabilidad energética, que los bomberos aseguran observar en sus intervenciones.
Este martes un colectivo de bomberos catalanes, pertenecientes al cuerpo de Bomberos de la Generalitat y al de Barcelona, junto con la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), han presentado una propuesta de protocolo para detectar y cuantificar las víctimas de la pobreza energética. Los profesionales consideran que elaborar estos registros es necesario, tanto para visibilizar el problema como para poder alertar a las instituciones de los casos que observen.
Los bomberos denuncian el crecimiento de incendios en Catalunya en los últimos dos años y un 16% más de viviendas quemadas que se suman a las 8 víctimas mortales en los últimos tres meses. “Encontramos que las víctimas por incendio suelen estar en dormitorios o salones, que ocurren en los meses más fríos del año y que se originan por focos de calor. No hace falta imaginar demasiado para sospechar que la pobreza energética tiene que ver”, ha explicado Antonio del Rio, bombero de la Generalitat.
El protocolo que plantean se basa en que, en todas las intervenciones que realicen en viviendas, los bomberos rellenen un formulario con varias casillas. En ellas deben indicar las condiciones de la vivienda y de las instalaciones de suministros, las situaciones objetivas de pobreza o el estado en el que encuentran a las personas atendidas. Con este formulario pretenden extraer un primer grupo de casos donde claramente el profesional haya detectado una situación de pobreza energética y, un segundo, con los casos en los que encuentren indicios.
“Somos conscientes de qué papel jugamos, que en ningún caso es de servicios sociales”, ha indicado Diego Cabello, de bomberos de Barcelona. Por esta razón, la iniciativa pretende tener también una función preventiva, en la que los propios bomberos alerten a estos servicios municipales para que intervengan cuando la situación de exclusión sea evidente. Según los datos que maneja la APE, en el 80% de casos en los que las compañías suministradoras alertan de un corte inminente por impago, los servicios sociales no tenían constancia previa de estas situaciones.
La portavoz de la APE, María Campuzano, ha indicado que llevarán la propuesta del colectivo profesional a la Generalitat, que según han indicado hasta ahora se han negado a implementarlo. En cambio, según han revelado los propios bomberos, desde el Ayuntamiento de Barcelona hace tiempo que trabajan en la elaboración de un indice de indicadores y un protocolo de derivación entre bomberos y los servicios municipales municipales.