La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha afirmado este martes que confía en que “no habrá sorpresas” en el relevo del secretario primero de la Mesa, Jaume-Alonso Cuevillas, fulminado durante esta Semana Santa después de que ofreciera una entrevista en la que rechazaba la estrategia de Junts en la Cámara. La jefa del legislativo catalán ha considerado que la sustituta propuesta por Junts, Aurora Madaula, debe contar ahora con los votos de ERC para llegar a la Mesa. “Apelamos a la responsabilidad y a los acuerdos tomados”, ha afirmado Borràs en una entrevista en Catalunya Ràdio.
El cese fulminante de Cuevillas se resolvió este lunes, después de que el miembro de la Mesa hubiera abogado, en una entrevista con Vilaweb, por no tramitar resoluciones “meramente declarativas”, como las relativas a la monarquía y a la autodeterminación que están prohibidas en el Parlament catalán por el Tribunal Constitucional. Según afirmó el diputado de Junts, llevar al pleno este tipo de declaraciones políticas comporta “inhabilitaciones gratuitas sin ningún beneficio político”. Unas palabras que no gustaron nada en su partido, que optó por sacarle del órgano parlamentario en una decisión conjunta de Borràs, el líder de la formación Carles Puigdemont y el secretario general, Jordi Sànchez.
Este martes sin embargo, Borràs ha afirmado que la salida de Cuevillas ya estaba pactada antes de la polémica entrevista. Según ha afirmado, la decisión de relevar al secretario primero se tomó a raíz de su abstención en el voto delegado del exconseller Lluís Puig, del que Cuevillas es abogado. Fue entonces, ha asegurado Borràs, cuando consideró que la presencia de Cuevillas podría generar problemas a lo largo de la legislatura, por lo que decidió solucionarlo cuanto antes. “Cualquier pequeño bache es mejor asfaltar y continuar avanzando”, ha indicado.
La votación sobre quién sustituirá a Cuevillas está abierta, pues mientras Junts presenta a Madaula desde En Comú Podem han movido ficha y han postulado a su diputado Lucas Ferro, quien afirma que da un paso al frente para “poner fin al bloqueo partidista que nos abocó a una legislatura perdida y, este año, a dos sesiones de investidura fallidas”. La llave la tiene ERC, que puede decantar cualquier mayoría entre Junts u otras opciones, en una votación que se decidirá por mayoría simple. Por el momento los republicanos no han dado ninguna pista sobre cuál puede ser su sentido del voto, que decidirán en el seno de la dirección del partido.