Joan Canadell, número dos de Junts en las elecciones y el diputado encargado de representar a su grupo en las comisiones de Territorio, Economía y Empresa del Parlament, considera que el problema de la ampliación del Aeropuerto del Prat respecto al cambio climático no es la destrucción de una zona protegida como La Ricarada o el aumento de emisiones, sino que las pistas sigan operativas aunque el nivel del agua aumente por las condiciones climáticas extremas.
“He buscado información y el aeropuerto está a 2 metros de cota [sobre el nivel del mar] y la peor previsión del IPCC [Panel Internacional de Expertos de la ONU] es una subida 1,1 metros en 2100”, ha asegurado desde su cuenta de Twitter. Por esta razón, a su juicio no habría problema en realizar la ampliación de la infraestructura, ya que “una inversión como la del aeropuerto quedará amortizada en mucho menos”. En paralelo a su actividad política, Canadell fue fundador y socio de Petrolis Independents, una empresa dedicada a la distribución de carburantes.
Para defender este argumento, el diputado ha citado a un “biólogo y defensor del cambio climático hace 30 años”, al que no ha nombrado. Según Canadell, este experto le habría transmitido que a preocupación no debía ser la destrucción de ecosistemas protegidos ni la cuestión medioambiental, sino únicamente asegurarse de que la subida del nivel del mar por los efectos del cambio climático no inundasen el aeropuerto antes de amortizar la inversión. Algo que, según los cálculos que ha hecho Canadell basándose en el informe del IPCC, se cumpliría en el caso del Prat, que es un aeropuerto cercano a la costa mediterránea en el sur de Barcelona.
El diputado y expresidente de la Cambra de Barcelona se ha posicionado en numerosas ocasiones favorable a la ampliación que el Govern y su propio partido avalan de entrada, aunque aseguran que exigirán al Ministerio de Transportes requisitos medioambientales aún no especificados. Entre las principales líneas rojas, la Generalitat asegura que el proyecto debe contar con el aval europeo, debido a que una zona protegida por la RED Natura 2000 podría estar afectada.
Por su parte, Canadell ha defendido este martes que, más allá de los argumentos medioambientales, la ampliación del aeropuerto se basa en la necesidad de atraer “conocimiento y talento”, algo que a su juicio solo sería posible si Barcelona tiene vuelos internacionales. Para reforzarlo, el diputado ha citado un estudio realizado por la propia Cambra junto a la Universitat de Barcelona, y un segundo de Esade de 2012.
“Si no ampliamos aeropuerto, las empresas y el talento irán a otro lugar y viajarán igual y contaminarán igual pero Barcelona / Catalunya quedará fuera de la economía del conocimiento. Estoy convencido de que la industria aérea buscará alternativas a la contaminación y por tanto cuando tengamos estas mejoras debemos tener el aeropuerto a máxima capacidad para poder construir un Estado basado en el conocimiento y el talento”, ha asegurado.