Las autoridades sanitarias catalanas esperaban que, con la llegada de septiembre y el fin de las vacaciones, el ritmo de vacunación cogería empuje de nuevo. Pero esto no ha sido así y ha generado un problema añadido a los responsables de la campaña de inmunizaciones: muchas de las dosis que se habían descongelado para administrarlas durante este período están a punto de caducar o directamente ya se han tenido que tirar.
La secretaria de Salud Pública de la Generalitat, Carmen Cabezas, no ha dado cifras concretas de cuántas dosis han quedado comprometidas por este error de previsión. “Algunas están cercanas a caducar y estamos mirando cuántas son”, ha expresado. Y más tarde, durante la misma intervención, ha añadido: “Puede que alguna haya caducado ya, no tenemos que cuantificar”.
Los equipos de vacunación suelen descongelar los viales en previsión de las citas que tendrán para administrar las dosis. Antes aguantaban fuera de la nevera cinco días, pero este plazo se fue ampliando hasta 30 días. “Se preveía un aumento de dosis en septiembre. Pensábamos que el efecto vacacional contaría y las previsiones y los expertos nos decían que habría un aumento de personas que se vacunasen. Pero hemos observado que esto no se ha llegado a producir”, informaba Cabezas. Actualmente la cobertura en Catalunya con las dos dosis de la vacuna es del 79% en mayores de 12 años.
Poco antes de las declaraciones de Cabezas, fuentes del Departamento de Salud de la Generalitat ya reconocían esta situación, adelantada por el diario El País. Y aseguraban que es un problema “compartido” en todas las comunidades autónomas. “Esto ha conllevado la reciente paralización de la compra de vacunas por parte del Estado”, añadían las mismas fuentes. Por ahora la adquisición de dosis semanales está suspendida hasta el 20 de septiembre.
Coincidiendo con este excedente de vacunas descongeladas, la Generalitat ha arrancado hoy la inoculación de la tercera dosis a los ancianos de las residencias de mayores, tal como se acordó en la Comisión de Salud Pública. Cabezas ha querido desvincular sin embargo la rapidez a la hora de preparar estas nuevas inyecciones a los usuarios de estos centros con el problema de stock.
“La idea era empezar cuanto antes mejor”, ha defendido. “Siempre hemos dicho que queremos usar lo mejor posible las dosis que tenemos y este es un muy buen uso de ellas”, ha seguido. La primera persona en recibir esta tercera dosis ha sido la misma que puso el brazo en Catalunya para la primera: Josefa Pérez, de la residencia Feixa Llarga de l’Hospitalet de Llobregat.