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Catalunya deja en manos de los colegios cómo aplicar la rebaja de ratios anunciada por Torra

Pau Rodríguez

25 de agosto de 2020 14:31 h

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La rebaja de ratios a 20 alumnos en Primaria, anunciada a bombo y platillo por Quim Torra como una de las medidas para hacer más seguras las escuelas, dependerá finalmente de cada centro. Lo que el president de la Generalitat aseguró este lunes para todos los colegios, este martes, a la hora de dar los detalles, lo ha matizado el conseller de Educación, Josep Bargalló. Esta nueva ratio será un “marco general”, ha precisado, con lo que puede tener excepciones.

El documento elaborado por los departamentos de Salud y Educación, asumido este martes por todos los miembros del Govern, establece la cifra de 20 alumnos por aula en Primaria y una mayor reducción, “siempre que sea posible”, en Secundaria. Pero si no se puede, “entendido esto como una excepcionalidad y de acuerdo con el plan propio de cada centro, se arbitrarán otras medidas preventivas y de seguridad”. De esta forma, se deja la puerta abierta a que algunas aulas superen esa cantidad de alumnos (ahora mismo son alrededor del 40%, según datos de Educación).

Bargalló ha asegurado que a partir de ahora deberán ser los equipos directivos los que, viendo los recursos de que disponen, propongan una forma de reducir las ratios. En algunos casos, ha manifestado, se podrá hacer con nuevas contrataciones. En otros, con la reorganización plantillas y espacios. No ha anunciado una nueva incorporación generalizada de docentes, tal como le pedían los sindicatos, y se ha remitido al compromiso contraído en julio de contratar a unos 8.000 profesionales, de los cuales aproximadamente la mitad son docentes y el resto, personal de apoyo, monitores y administrativos. Si un centro necesita más personal para rebajar alguna de sus ratios, deberá pedirlo y, según ha venido a decir Bargalló, la semana que viene se estudiarán estas nuevas incorporaciones.

El documento defiende de todas formas que, desde el punto de vista sanitario, “tiene mucha más importancia centrar los esfuerzos en garantizar la estabilidad y estanqueidad de este grupo [el burbuja], con la finalidad de preservar la capacidad de trazabilidad, que no fijar el número de integrantes del grupo”.

En una comparecencia conjunta, Bargalló y la consellera de Salud, Alba Vergés, han reconocido que la situación epidemiológica actual es peor que la de hace 15 días –pese a que en este momento estaba estable–, y han defendido que las nuevas medidas servirán para garantizar un inicio de curso presencial en todas las etapas. Ademá de la rebaja de ratios, se extiende el uso de la mascarilla en los grupos estables, cuando hasta ahora no era obligatorio: deberán llevarla siempre en la ESO y también en Primaria cuando el riesgo de descontrol de los contagios sea elevado. 

También han dado detalles ambos dirigentes de la estrategia de cribado que se realizará en las escuelas, con 500.000 PCR previstas entre el 15 de septiembre y el 15 de noviembre. La población que podrá someterse a estos tests será toda la comunidad educativa, no solo los alumnos. Los criterios para decidir en qué centros se llevan a cabo los cribados serán “epidemiológicos” y “socioeconómicos”, ha detallado Vergés. Irán a cargo de equipos móviles de ocho personas, cuatro sanitarios y cuatro responsables de la logística.