El CIS catapulta a Illa gracias a un batacazo independentista sin precedentes
El barómetro preelectoral para Catalunya publicado por el CIS prevé un batacazo electoral para el bloque independentista en las próximas elecciones. Una bajada de casi un 10% respecto a los actuales resultados que sirven para catapultar al candidato del PSC, Salvador Illa, a una cómoda primera posición en voto, que sin embargo el estudio afirma que podría no tener traslación en escaños.
Este sondeo, realizado entre el 2 y el 15 de enero con más de 4.000 entrevistados a lo largo y ancho de Catalunya, coloca al bloque independentista –la suma de ERC, Junts, CUP y PDeCAT—por debajo del 40% en intención de voto, algo inédito si repasamos las tendencias históricas.
Desde el 2012, el bloque independentista no ha obtenido resultados por debajo de 40% de voto en los comicios autonómicos, ni siquiera ha habido encuestas con tendencias en esa línea. De hecho, el independentismo cosechó un resultado mejor en las últimas elecciones Generales, donde el bloque partidario de la secesión suele obtener peores cifras. En los últimos comicios al Congreso, entre ERC, Junts y la CUP rozaron el 43%, una cifra que celebraron por ser un récord.
El siguiente gráfico muestra la evolución de voto del bloque independentista en elecciones al Parlament catalán a lo largo de los últimos años, según las encuestas. La evolución del bloque ha fluctuado con los años, siempre entre el 45 y el 50% de los votos.
En este sentido, el CIS estima una que Junts, la formación cuya candidata efectiva es Laura Borràs, obtendría un modesto 12,5% del voto, lejos del 21,6% obtenido en 2017 y el 20% que le asigna el promedio de sondeos.
La encuesta no ofrece indicios sólidos para creer que un batacazo electoral de los independentistas de tal magnitud sea factible. Es cierto que hay una gran cantidad de indecisos en estas elecciones. Alrededor de un 40% de los entrevistados por el CIS declaran que no saben a qué partido votarían en las próximas elecciones y la tasa de fidelidad de los partidos está en mínimos históricos.
De todos modos, todos los partidos que configuran el actual Parlament presentan una fidelidad de voto entre un 34% (PP y Comuns) y un 52% (CUP), con ERC y Junts en torno al 42%.
Una vez destacados la fidelidad de voto y el porcentaje de indecisos, cabe destacar los flujos de votos entre partidos y bloques. Dentro del bloque soberanista es ERC quien pierde más votos en comparación de los que recuerdan haberlo votado en 2017. Alrededor de un 18% de los ex votantes de Esquerra votarían por otras formaciones políticas en las próximas elecciones. Aun así, un 65% de los votantes que deciden dejar de votar a ERC, votarían por partidos independentistas, un 60% a la CUP y un 40% a Junts.
Algo parecido ocurre con Junts. Un 10% de votantes de 2017 lo harían ahora por otros partidos. El 57% de esos votos recalarían en ERC, de modo que los flujos entre ambos partidos se compensan, y alrededor de un 20% para la CUP y PDeCAT, respectivamente.
Por tanto, tal y como indican los datos del propio CIS, no parece haber una desmovilización localizada dentro del bloque independentista y, si contrastamos con otras encuestas publicadas en fechas próximas, no parece que tal batacazo sea muy probable.
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