Ni los independentistas ni el PP. Quién está en mejores condiciones de sacar rédito de la aplicación del artículo 155 es Ciudadanos. Nacido hace 11 años con una propuesta reactiva al nacionalismo catalán, el partido podría acabar siendo la formación más votada el 21D sin tener ni una alcaldía en toda Catalunya. Los vetos cruzados entre los partidos, sin embargo, dibujan un escenario muy complicado para que Inés Arrimadas pueda llegar a la presidencia de la Generalitat.
Las encuestas no dan una mayoría absoluta clara al bloque constitucionalista encabezado por Arrimadas, y tanto los 'comuns' como los indepedendentistas ya han dicho que no le facilitarán la investidura. Si Ciudadanos logra superar a ERC como primera fuerza del 21D su victoria puede ser agridulce.
El partido naranja ha planteado la campaña como un órdago a Rajoy. La presencia de Albert Rivera ha sido constante y el líder del partido ha cerrado todos los actos en lugar de Inés Arrimadas, la candidata a la presidenta de la Generalitat. En ocasiones, parecía que los mensajes de Rivera iban más dirigidos a su electorado en el resto de España que a los catalanes. “En estas elecciones veremos si lo que hace el Gobierno de España le gusta a los catalanes”, señaló en Girona. “Sería un orgullo para mí encabezar un proyecto nacional con mirada catalana pero corazón español”.
El trasvase de votos del PP a Ciudadanos preocupa a los populares, conscientes de que Rivera ha emergido este otoño como el mayor beneficiado del conflicto en Catalunya. Primero se convirtió en el adalid del 155, reclamando su aplicación semanas antes de que Rajoy lo pusiera en marcha. Con las elecciones ya convocadas, la sangría de votos que pasan del PP a Cs ha sido imparable. Una sangría que ni siquiera Rajoy y Sáenz de Santamaría han podido frenar tras tomar el control de la campaña de Xavier García Albiol. No son pocas las encuestas que conceden al PP la última posición, por detrás incluso de la CUP.
Ciudadanos ha sido con diferencia el partido que más dinero ha invertido en esta campaña. La formación se ha gastado 2,1 millones en una operación diseñada al milímetro para obtener votos tanto de las clases trabajadoras del cinturón metropolitano como de los profesionales liberales de Barcelona.
En el partido aseguran que no han pedido ningún crédito para esta campaña, en la que han obtenido más de 75.000 euros en donaciones y 367.000 euros de subvención. 18 personas han trabajado a pleno rendimiento junto a cientos de voluntarios en una campaña en la que han llenado prácticamente todos los actos.
El mensaje de Arrimadas ha variado en función de dónde iba. Cuando estaba en el cinturón industrial de Barcelona, apelaba a sus orígenes andaluces y cargaba contra el PSC, al que ha tratado de vincular al ‘procés’ independentista durante toda la campaña. En esa área ha repetido que su partido “priorizaría las políticas sociales”, sin saber con cuánto dinero cuenta para esas políticas.
Cuando visitaba TV3 u otras zonas alejadas de ese cinturón industrial, Arrimadas desplegaba un mensaje conciliador con el catalanismo moderado. Se ha escuchado a la candidata de Cs afirmar en TV3 que su partido es federalista y que no son partidarios de recortar competencias a las Comunidades Autónomas. Arrimadas incluso ha hecho referencias a su matrimonio con un exdiputado de CiU, una relación que antes trataba de mantener en su esfera privada. “Tengo personas muy queridas que son independentistas y nunca les faltaría el respeto”, ha repetido durante los últimos días.
Nadie duda que los ecos de este 21D se escucharán en el Congreso de los Diputados. Por mucho que Arrimadas no acabe siendo presidenta, Rivera verá reforzado su perfil en la Cámara Baja. La caída libre de PP en Catalunya, además, le fortalece en Madrid para lidiar con la principal crisis política de los últimos años. Ciudadanos tiene muy difícil conseguir la Generalitat, pero saldrá reforzada de estas elecciones convocadas por Mariano Rajoy.