El candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, advirtió el domingo que romperá con el partido si finalmente pactan con Vox para desbancar a la izquierda de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. “Toda alianza con Vox sería una ruptura total y definitiva para mí con el partido”, señaló Valls durante su comparecencia para valorar los resultados.
Valls pidió “humildemente” que se le escuchara en este asunto y puso como ejemplo “lo que sucede en el resto de Europa” como justificación para aislar a la ultraderecha de las instituciones. El alcaldable de Ciudadanos, a su vez, emplazó al resto de fuerzas constitucionalistas a revisar su estrategia. “Si seguimos pensando en izquierdas y derechas seguiremos equivocados”, señaló.
El entusiasmo con el que una parte de las élites barcelonesas recibió la candidatura de Manuel Valls se fue deshinchando hasta llegar el día de los comicios. El candidato de Ciudadanos salía a ganar y se ha tenido que conformar con el cuarto puesto, solo por delante de JxCAT y PP. Valls ha sumado seis ediles y ha conseguido mejorar los cinco concejales que tiene Ciudadanos en el Ayuntamiento, pero se ha quedado muy lejos tanto de la victoria como de poder influir en el próximo Gobierno municipal.
“El resultado está muy lejos de mis expectativas”, ha reconocido Valls, que ha comparecido con rostro serio pasadas las 12 de la noche. “No puedo estar contento con estos resultados en mi ciudad”. El candidato de Ciudadanos ha reconocido que no ha conseguido frenar “ni al populismo ni al independentismo” en Barcelona.
Una candidatura que fue a menos
El supuesto tirón electoral que tenía Valls no ha sido tal. El exprimer ministro francés quería desbancar a Colau o a Maragall y finalmente no ha podido ni superar a Jaume Collboni, el candidato del PSC al que trató de sumar a su candidatura. Collboni ha obtenido una gran mejora (de 4 a 8 concejales) y ha capitalizado el voto socialista al que aspiraba atraer Valls.
El partido naranja lo fió todo a la candidatura del exprimer ministro francés y aceptó una lista llena de independientes y sin la marca de su partido. Una de las primeras medidas que tomó Valls fue prescindir de Carina Mejías, que hasta la fecha había liderado el partido naranja en el consistorio de Barcelona. La apuesta por Valls implicaba muchos riesgos para Albert Rivera y el resultado no ha sido el esperado.
A pesar de ganar un concejal, Ciudadanos pierde presencia en el próximo grupo municipal. Los seis concejales se repartirán entre tres cargos del partido (Mari Luz Guilarte, Paco Sierra y Marilén Barceló) junto al propio Valls, el exalcalde socialista de L’Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho, y la exdirigente de Unió Eva Parera.
Valls, que se presentó como el “candidato de las élites” sólo ha conseguido ganar en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, el más acomodado de la ciudad. Con el 97% escrutado, el exprimer ministro francés ha obtenido el 13,23% de los votos en Barcelona, superando el 11% obtenido por Mejías en 2015.
C's sigue sin conseguir ninguna alcaldía
A pesar de los reiterados intentos, Ciudadanos sigue sin conseguir ninguna alcaldía en todo el territorio catalán. El partido naranja se fijó como objetivo entrar en algún Ayuntamiento en estos comicios y redobló su esfuerzo para implantarse en el territorio: pasó de 89 candidaturas en 2015 a 204 listas en estos comicios.
El partido ha conseguido aumentar sus concejales un 34% y entrar en municipios en los que no tenía representación (Como Valls, Vilafranca del Penedès, Torroella de Montgrí o Igualada) pero se ha quedado lejos de obtener ninguna vara de mando.