Ada Colau ha recibido el aval masivo de la militancia para presentarse a la investidura y, pese a que sigue apelando a formar un tripartito de izquierdas en Barcelona, se encamina a una votación el 15 de junio de la que todo apunta a que saldrá como alcaldesa con los votos del PSC y Manuel Valls. El resultado de la votación del plenario ha sido de 457 votos a favor de que se postule en la investidura –entre ellos el de la misma alcaldesa– y 27 en contra. Un rotundo 94,4% de apoyos.
Lo que se sometía a consulta no era ninguna pregunta, sino un texto parecido a la resolución de este jueves de la Coordinadora del partido que defendía que la líder de los 'comuns' debe optar a repetir al frente del gobierno municipal frente a Ernest Maragall, que encabezó la candidatura ganadora de ERC. En total han participado 484 de los cerca de 2.000 afiliados y activistas de la formación.
“Dados los vetos cruzados entre estas dos formaciones [ERC y PSC] y la congelación de conversaciones por parte de ERC, constatamos que la mejor manera de mantener viva la posibilidad de un gobierno tripartito en Barcelona es un paso adelante y liderarlo como Barcelona en Comú”, rezaba el documento sometido a consulta, que apelaba al 64% del voto que cosecharon las fuerzas progresistas en las elecciones. Y remataba: “Por todo lo expuesto, Barcelona en Comú decide presentar la candidatura de Ada Colau como alcaldesa a la investidura del 15 de junio”.
A una semana del pleno de investidura, Colau da definitivamente el paso para ser reelegida en el cargo con unas mayorías que todavía no están aseguradas. Al ser ERC la fuerza más votada el pasado 26M en Barcelona, los 'comuns' tienen que sumar 21 de los 41 concejales del pleno. De entrada los tenían asegurados con Ciudadanos –que les regala los votos para evitar un gobierno independentista– y con el PSC, pero estos piden ahora garantías de entrar al ejecutivo.
ERC y BComú, irreconciliables por ahora
A estas alturas, y aunque todas las formaciones en liza insisten en que hay margen para que cambie el escenario, Colau y Maragall están plantados en posiciones irreconciliables. ERC, que empató a 10 concejales con los 'comuns' pero ganó las elecciones por 4.000 votos, está dispuesta a cederle medio gobierno a Colau, pero no entregará la alcaldía ni se prestará a un tripartito con el PSC.
Por su parte, los 'comuns' lanzan a Colau a la investidura argumentando que esta es la mejor forma de garantizar el gobierno de izquierdas que tanto republicanos como socialistas descartan desde el primer día. En el equipo de la actual alcaldesa han llegado a la conclusión de que puestos a gobernar en minoría con ERC y Maragall de alcalde, mejor hacerlo ostentando ellos la alcaldía. Si el PSC estará o no en su futuro ejecutivo dependerá de las negociaciones que mantienen abiertas con los socialistas.
Los 'comuns' insistirán en el tripartito de izquierdas hasta el último minuto para tratar de demostrar que no son ellos los que excluyen a los demás actores. Pero ERC también tiene argumentos para este flanco: a principios de semana convocaron al socialista Jaume Collboni para un primer encuentro pero éste se negó al instante.
En ERC, de hecho, han empezado a asumir que no ocuparán la alcaldía de Barcelona y han decidido elevar el tono contra Colau. Maragall la ha acusado este viernes de “blanquear” a Manuel Valls con el único objetivo de preservar su cargo al frente del consistorio y ha sacado a colación los presos independentistas para advertirle que, en la semana en que concluye el juicio al procés, acabará siendo aupada a la alcaldía con el apoyo de “los carceleros”.