'Comuns', CUP y entidades cargan contra los Mossos por su falta de transparencia con el uso de balas de 'foam'
Catalunya en Comú Podem, la CUP y entidades proderechos humanos como el centro Irídia y Amnistía Internacional han denunciado la falta de transparencia del departamento de Interior a raíz de que elDiario.es publicara este jueves el protocolo íntegro de las balas de 'foam' de los Mossos d'Esquadra que la conselleria se había negado a entregar en su integridad a grupos políticos y organizaciones sociales.
La Comisión de Transparencia catalana (GAIP) ha dado la razón a este diario y ha resuelto que las alegaciones de la conselleria en contra de publicar el protocolo sobre el uso del 'foam' “no justifican la restricción al acceso” a la información. Además de la advertencia del protocolo sobre la peligrosidad de no disparar por debajo del abdomen, los artículos del protocolo que Transparencia obliga a Interior a hacer públicos versan sobre la obligación de que la lanzadora de 'foam' esté “siempre” custodiada y que se anote en un libro las salidas de las cajas con los proyectiles y el agente al que se ha asignado. Además Interior acabó aceptando que se publicaran otros artículos del protocolo que la conselleria no había incluido en el apartado de transparencia de su web. Otros fragmentos del protocolo, sin embargo, sí aparecen tachados con el beneplácito de Transparencia para proteger la seguridad ciudadana.
En un comunicado, la CUP ha considerado “muy grave” que el protocolo se haya hecho público a raíz de la petición de transparencia de este diario y “por imperativo legal” de la GAIP en vez de como respuesta a los grupos parlamentarios que en solicitaron la publicación. “Loss proyectiles de 'foam' son armas de precisión militar y que su uso por parte de los cuerpos de seguridad suponen un grave peligro para la población y una vulneración de los derechos humanos”, expresan los anticapitalistas.
Por su lado, el diputado de los 'comuns' en la comisión de Interior, Marc Parés, ha criticado que el departamento se negara a publicar “íntegramente” el protocolo y pedido modificarlo de forma “urgente” tras constatar su “mal uso” en los casos de pérdidas de ojo de manifestantes, además de publicar las instrucciones del resto de herramientas policiales.
Entre la información que Interior ocultó a los grupos parlamentarios y a la ciudadanía en su web destaca un aspecto que puede tener relevancia en la investigación judicial abierta por la mutilación del ojo de una manifestante de las protestas por Pablo Hasel debido al impacto de un proyectil de 'foam' de los Mossos. Se trata de un punto del protocolo que insiste en que debe dispararse del abdomen hacia las piernas. “Hay que tener en cuenta si la persona se mueve, si el operador está inestable, etc., circunstancias que pueden hacer que se dispare fuera de esta parte del cuerpo”, reza la instrucción interna de la policía autonómica.
Desde el centro Irídia, su codirector Andrés García Berrio ha remarcado que la resolución de transparencia da la razón a las entidades que desde hace tiempo reclamaban la publicación íntegra del protocol. “No hay un modelo de transparencia”, ha lamentado García Berrio, que ha considerado “imprescindible” y “urgente” la reforma del protocolo para prohibir las excepciones que a día de hoy permiten a los agentes disparar 'foam' por encima del abdomen. Asimismo, García Berrio ha reclamado “responsabilidades políticas y técnicas” para determinar qué cargos de Interior y los Mossos autorizaron este extremo del protocolo “contrario a los estándares internacionales”.
En un comunicado, Amnistía Internacional ha valorado que el protocolo sobre proyectiles de 'foam' no dispone de las garantías “necesarias” de protección de los derechos humanos. “No existe la obligación de elaborar informes internos siempre que se haga uso del 'foam', y aún más cuando este ha sido a iniciativa del operador de la lanzadera, sin autorización de un mando superior”, ha lamentado. La organización ha reclamado más “mecanismos de control” para poder conocer y evaluar de forma “precisa” el uso que se haya podido hacer del arma.
El proyectil de 'foam' es la principal munición de los dispositivos de orden público de los Mossos después de que el Parlament prohibiera en 2014 las balas de goma por el caso Ester Quintana. El 'foam', que recibe su nombre por el tipo de espuma con el que está fabricado, tiene 40 milímetros de diámetro y al estar hecho de material viscoelástico su impacto queda repartido entre el proyectil y el objetivo. La principal diferencia con la bala de goma es que el 'foam' no rebota cuando toca el suelo: al ser un proyectil de precisión, las lesiones que provoca se producen por un impacto directo en el cuerpo, y no fruto de un rebote incontrolado. Se dispara mediante un fusil de mira telescópica que incrementa su precisión
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