El Constitucional tumba el voto telemático del Parlament y complica que Puigdemont vote la Mesa el lunes

El Tribunal Constitucional ha tumbado la normativa transitoria del Parlament que permitió que el exconseller Lluís Puig, en Bélgica desde 2017, pudiera votar telemáticamente durante todo el año pasado. Los magistrados entienden que esa decisión, que no estaba basada en una reforma del Reglamento de la cámara catalana, afectó a los derechos de otros diputados. Una resolución que llega a pocos días de la votación para formar una nueva Mesa del Parlament y con Carles Puigdemont y el propio Puig pendiente de poder votar con el mismo sistema.

La sala primera del Constitucional estudiaba desde hace varios días el recurso que presentó el grupo de Socialistes i Units per Avançar contra varios acuerdos de la Mesa del Parlament de abril de 2018. Unos acuerdos que aprobaron una regulación transitoria para el voto telemático y que, en la práctica, permitieron que Lluís Puig votara de forma telemática durante ese periodo de sesiones, hasta el verano de ese año. Puig es uno de los integrantes del Govern de Carles Puigdemont que permanece en Bélgica desde 2017.

Esos acuerdos se tomaron a falta de una reforma del Reglamento de la cámara catalana que no se ha producido a día de hoy, y según la sala eso vulneró los derechos de otros diputados a ejercer sus funciones representativas. En la práctica, la decisión no tiene incidencia en todas las votaciones que salieron adelante con el apoyo de Puig, pero sí anula la normativa transitoria y la habilitación para que el exconseller pudiera votar a distancia.

El Constitucional explica que la aprobación de esta normativa transitoria ahora anulada fue “instrumental” para que Puig pudiera votar y eludir “pronunciamientos previos” del propio Constitucional, pero “sin una real vocación de generalidad”. Entiende la sala, con María Luisa Segoviano como ponente, que no es una circunstancia válida para ejercer el televoto la situación de “quien voluntariamente ha decidido eludir la acción de la jurisdicción penal española y sobre el que pesa una orden judicial de busca y captura”.

Votación el lunes

El Reglamento de la cámara no se ha modificado desde entonces y el lunes el Parlament afrontará una votación clave después de las elecciones del pasado 12 de mayo: la elección de una nueva Mesa y, con ella, una nueva presidencia del Parlament de Catalunya. A la espera de saber cómo afecta esta resolución del Constitucional al hecho de que Carles Puigdemont tenga que ejercer el televoto desde Francia al no poder volver a España sin ser arrestado.

Más allá de que ambos diputados electos puedan terminar sin ejercer una de sus funciones, que Puigdemont y Puig no empleen el televoto este lunes no tiene grandes efectos prácticos a la hora de conformar mayorías. Sin sus dos votos, la suma de Junts, ERC y la CUP en la que trabaja el independentismo para tener mayoría en la Mesa tendría 57 apoyos, que serían once más que los 48 que alcanzan PSC y Comuns, pero seis menos si a la ecuación de estos dos últimos partidos se le suma el PP.

El independentismo ha arremetido contra la decisión del Constitucional. En un comunicado, ERC ha denunciado que la sentencia “pretende dificultar una Mesa” con mayoría soberanista. “La judicialización no es la vía para hacer política”, ha afeado ERC al PSC, el partido que recurrió el voto telemático de Puig. Por su lado, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha denunciado “el comodín del Constitucional y el Supremo” del que, a su juicio, disponen los “partidos españoles para contrarrestar el resultados de las urnas”.

La Mesa que salga de las votaciones del lunes no solo tendrá importancia para la gestión del día a día de la cámara catalana durante toda la legislatura. El nuevo presidente del Parlament es el encargado de proponer al candidato a optar a la investidura para la presidencia de la Generalitat de Catalunya en un debate a celebrar a más tardar el 25 de junio. A día de hoy se han postulado Salvador Illa (PSC) y Carles Puigdemont, si bien el líder de Junts no cuenta con una mayoría viable porque el independentismo quedó por debajo de los 68 diputados.

El independentismo contaba con que la Mesa de Edad que presidirá la sesión de constitución del Parlament del lunes y que será de mayoría independentista aplicaría el mismo mecanismo ahora anulado para que Puigdemont y Puig pudieran delegar el voto. Quién sí podrá delegar el voto es el parlamentario de ERC Ruben Wagensberg, que se encuentra en Suiza por el caso Tsunami Democràtic, pero permanece de baja médica, uno de los supuestos que sí permite delegar el voto.

La Mesa de Edad estará conformada por el diputado de más edad, asistido por los dos más jóvenes en calidad de secretarios, que serán Agustí Colomines (Junts+), de 66 años, Júlia Calvet (Vox), de 23, y Mar Besses (ERC), de 25. Esta Mesa de Edad recibirá las peticiones de voto el mismo lunes y su decisión solo servirá para el pleno constituyente, puesto que se tendrá que volver a solicitar a la nueva Mesa del Parlament una vez conformada.