Eduardo Mendoza cierra la trilogía de Rufo Batalla con 'Transbordo en Moscú', el “más autobiográfico” de la saga

EFE

Barcelona —
9 de abril de 2021 13:59 h

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Eduardo Mendoza cierra la trilogía de las aventuras de Rufo Batalla con 'Transbordo en Moscú' (Seix Barral), una serie que arrancó con 'El rey Recibe' y continuó con 'El negociado del yin y el yang'. El escritor ha destacado que este es es el más autobiográfico de la saga: “Todas las anécdotas que pasan no tienen que ver conmigo, pero el personaje se me parece en todos los aspectos”. El autor cree que este es un momento de incertidumbre y ve la situación “complicada”, y ha explicado que el libro termina precisamente al finales del siglo XX “para no entrar en la actualidad”. “Me parecía importante dejar constancia de los momentos que viví”, especialmente los años 70 y 80, ha resaltado.

La vida del protagonista y sus aventuras, Rufo Batalla, parecen encaminarse hacia la calma cuando se casa con una rica heredera. Sin embargo él no consigue olvidar al príncipe Tukuulo y su esposa. Por razones ajenas a Rufo, el periodista viajará a Londres, Nueva York, Viena y Moscú, y se enfrenta a situaciones insólitas. Cuando descubre que el servicio de inteligencia soviético va detrás del príncipe, el protagonista se da cuenta de las dificultades de compaginar la vida familiar y la de agente secreto.

Mendoza admite que en un primer momento no sabía si la saga tendría tres, cuatro o seis libros, pero luego vio claro que había que acabar con 'Transbordo en Moscú'. “Aquí se acaba la aventura porque he visto que desde el punto de vista histórico, como de simetría, terminar a finales del siglo XX quedaba bien y cumplía mis objetivos”.

Sobre el hecho de que sea el libro más personal y autobiográfico, Mendoza ha apuntado que uno de los factores es que el “personaje evoluciona a la madurez y se parece más a la persona que escribe el libro”. Al principio de la saga, ha recordado, evoca a una época de bohemia, aventuras y fantasías y en este caso está hablando de alguien que coincide más con su vida real. “El presente lo tengo más presente literalmente”, aseguró. Otro factor, agrega, es que lo ha escrito durante la época de confinamiento, que ha sido “una época especial, más sedentaria y reflexiva donde todos estábamos en casa y quizás ello sin darme cuenta ha hecho que el libro sea ​​más cerrado en sí mismo ”.

El autor considera que la ficción sirve, aparte del entretenimiento y el enriquecimiento cultural, para dejar constancia “de cómo se han vivido los momentos históricos importantes o no importantes, por parte de los que han sido testigos. Me parecía importante dejar constancia de los momentos que he vivido y algunos son los años 70 y 80, que para algunos son la infancia o ya son historia ”. Mendoza cree que actualmente se reflexiona mucho sobre aquellos años y él considera que “fueron años de grandes cambios muy rápidos sobre todo en España, donde se produjo una transformación muy rápida y muy positiva porque se salía de una época de una gran incertidumbre”.

El escritor destaca que ha terminado la biografía a finales del siglo XX para no entrar en temas de actualidad. “Veo las cosas complicadas y siento desconcierto e incertidumbre y no sé por donde seguiremos. No creo que haya cambios tan radicales como los de la Unión Soviética, pero estamos en una etapa de incertidumbre y de reflexión sobre nuestras formas de conducta, de gobierno y de organización, pero no sé nada”, ha precisado.