Calonge es un pequeño pueblo del Baix Empordà, provincia de Girona, que suele pasar desapercibido a los turistas frente a sus populares vecinos Palamós y Castell-Platja d’Aro. No obstante, son muchos los catalanes que tienen su segunda residencia en este municipio de cerca de 11.000 habitantes. Con el fin de destacar Calonge en el mapa, el Ayuntamiento ha puesto en marcha el proyecto ‘Calonge, poble de llibres’ con la apertura de siete librerías.
La iniciativa quiere convertir la localidad ampurdanesa en el centro literario y cultural de Catalunya y, además, consagrarla como la primera ‘Villa de Libro’ catalana y la segunda del estado español (Urueña, en Valladolid, lo es desde el 2007). Asimismo, el modelo de Book Town, que tuvo como pionero al pueblo galés de Hay-on-Wye, es muy común en toda Europa.
Las siete librerías fueron inauguradas el pasado 10 de diciembre y, aunque cada una de ellas tiene un planteamiento y unas características propias, sus propietarios enfatizan que el objetivo es que el casco histórico se convierta en una gran librería y, para que eso suceda, creen que es importante que los siete negocios sean rentables. “Si cierra uno, acabaremos cerrando todos”, expresa Sergi Martínez, propietario de Calonge Còmics. En todas y cada una de las tiendas de libros se le proporciona al visitante un mapa de Calonge en el que aparecen señaladas las librerías, pero que también explica de qué tipo de librería se trata, quién la dirige y los diferentes modos de contactar con ellos.
Una de las opciones para llevar a cabo esta ‘Ruta de las librerías’ es comenzar el paseo en la Plaça de la Concòrdia, donde se encuentra el Ayuntamiento del municipio y dirigirse hacia el Carrer de la Rutlla, calle en la que se encuentran cuatro de las siete librerías de Calonge. Si se toma este camino, la primera librería que se ve es La Viatgeria, especializada en libros relacionados con los viajes y, que a su vez, funciona como agencia de viajes. Tras este proyecto, se encuentran la gerundense Cristina Vilà y el barcelonés Xavier Bastús, quienes ya tenían experiencia en el sector de los viajes, pero no en el de los libros.
La pareja asegura que cuando vieron en las redes sociales el anuncio del Ayuntamiento de Calonge i Sant Antoni, en busca de personas que presentasen un proyecto para montar una librería, pensaron que aquella era una buena oportunidad para irse de Barcelona y mudarse a un pueblo. Además, dicen haber tenido muy claro que su propuesta “sería una librería de viajes” y también que crearían un espacio físico para mantener la agencia de viajes que Vilà había arrancado tan solo seis meses antes de que empezase la pandemia.
En el local contiguo a La Viatgeria está Llibooks, una librería especializada en literatura infantil y juvenil regentada por Eva Salmoral. Ella ya tenía experiencia en el sector: tiene otra librería en Sant Feliu de Guíxols y estudió un posgrado en Gestión de Librería en la Universitat de Barcelona. De hecho, fue allí donde se enteró del proyecto de ‘Calonge, poble de llibres’. Un poco más adelante, en esa misma calle, se ubican dos originales propuestas: Cocollona, especializada en esoterismo, espiritualismo y desarrollo personal, administrada por Thomas Dufrene y la Llibreria Orient, especializada en el mundo Oriental y dirigida por Xavier Serra.
Si el visitante continúa caminando en línea recta hasta la Plaça Doma y gira a la derecha hacia la Plaça Major, pasando al lado del Castell de Calonge, encontrará las tres librerías restantes. La primera de ellas es el Espai Libelista Calonge, una librería generalista regentada por la madrileña Belén Vieyra con el apoyo de la red de librerías independientes Libelista. La idea inicial de Vieyra, que estudió económicas y ha publicado varios libros, era montar una tienda de libros centrada en poesía y filosofía, pero aquel proyecto no salió adelante.
La otra librería generalista de esta localidad es la administrada por Meritxell Ral y se encuentra en el carrer Major, a tan solo unos metros del Espai Libelista. La propietaria de Rals Llibres cuenta que siempre había trabajado como librera para otras empresas en Barcelona, pero que cuando vio la propuesta, le gustó y le pareció que había llegado el momento de “tener algo propio”. La última parada de esta ruta de librerías es Calonge Còmics, dirigida por Sergi Martínez y que cuenta con el apoyo de Norma Editorial. Él se describe como un aficionado a los cómics nacido en Barcelona, pero que ha vivido muchos años en Cubelles, en la comarca del Garraf, y que, a pesar de ser delineante de profesión, tenía previsto montar una librería en Vilanova i la Geltrú.
Relevancia del proyecto
Eva Salmoral de Llibooks cuenta que toda la zona de la Costa Brava estaba muy mal de librerías, pues solo había una en Palamós y un par en Sant Feliu de Guíxols y en Platja d’Aro. A esto, Norbert Botella, regidor de cultura de Calonge i Sant Antoni, añade que la iniciativa nace de la necesidad de “dinamizar el casco histórico de Calonge”, porque “es muy bonito, pero había muchos locales vacíos”. En esa misma línea, Martínez de Calonge Còmics señalaba la respuesta positiva de los vecinos: “A la gente de aquí le gusta ver cómo se está revitalizando el pueblo y ver tiendas abiertas”.
Según los libreros, la promoción del proyecto y la atención mediática que ha tenido ha hecho que muchas personas hayan visitado Calonge en los menos de dos meses que lleva en marcha. “Viene gente de fuera, mucha de Barcelona, pero algunos incluso de Valencia”, explica Lidia Lobato, empleada de la Llibreria Orient, quien también destaca que la iniciativa ha hecho que mucha gente de los alrededores que nunca se había planteado visitar o ir de paseo a Calonge lo hayan hecho. Otro sector que está muy contento con la apertura de las siete librerías es el de las bibliotecarias de la zona, según explica Vilà de La Viatgeria. “Están encantadas porque ya no tienen que ir a Barcelona o a Girona a comprar los libros”, agrega.
Por otro lado, el concejal de cultura asegura que desde el Ayuntamiento, que ha ofrecido a los libreros una serie de incentivos fiscales y ayudas directas, están trabajando en un sistema de “cálculo de visitantes” y que, aunque no puede aportar las cifras de venta exactas, estas “han estado por encima de las expectativas”. Eso mismo sostienen los libreros, quienes además confían en que el proyecto tenga continuidad pase lo que pase en las próximas elecciones municipales.
Botella asegura que ya se está preparando una estructura municipal que se dedicará en exclusiva a mantener en marcha el proyecto 'Calonge, poble de llibres' y que continuará existiendo aunque él deje de ser concejal o cambie el gobierno municipal. “Es muy difícil que el futuro Ayuntamiento no apueste por la continuidad, porque hemos pasado del desierto a que haya una narrativa comercial”, añade.
La mayoría de las ventas y de los visitantes se concentran durante el fin de semana, aunque entre semana acuden sobre todo jubilados, según afirma Salmoral de Llibooks, convencida de que ‘Calonge, poble de llibres’ funcionará a pesar de que hasta Sant Jordi cree que se acercan meses “complicados”. Aunque no todo el mundo es tan optimista “Hay quien dice que esto no funcionará y que soy muy valiente, incluso algunos de mis familiares”, dice Meritxell Ral de Rals Llibres. Belén Vieyra del Espai Libelista confiesa que la gente del pueblo los veía al principio como “los locos de los libros”, pero que se han llevado una buena sorpresa.
“Personalmente, tengo que describir esta experiencia como felicidad, satisfacción y hospitalidad”, cuenta Vieyra, que dejó atrás su vida en Madrid para montar una librería en Calonge. Por su parte, Sergi Martínez considera que “la gente está respondiendo de manera muy positiva” y que la pandemia también ha influido. “Todos estamos hartos de la virtualidad”, señala. En esa misma dirección, Xavier Bastús de La Viatgeria admite que es evidente que la gente compra mucho por Amazon, pero sostiene que a los visitantes también le gusta pasear por el pueblo y comprar libros allí. Bastús añade que “el pueblo está totalmente implicado” y que este año el Tió y los Reyes Magos han traído libros en muchas casas de la zona.
La principal dificultad que los libreros ven al triunfo de este proyecto es la mala comunicación de Calonge, y de la Costa Brava en general, con el resto del territorio catalán. “Si no tienes coche es muy difícil llegar”, reconoce el concejal de cultura. Respecto al tema de los transportes, Eva Salmoral recuerda que en Calonge la mayoría de habitantes dispone de coche porque nunca han tenido un transporte público “decente”. Por otro lado, considera que aunque se mejoren las comunicaciones, también será difícil cambiar los hábitos de la gente.
Planes a futuro
“La atención mediática ha sido fundamental para el arranque de este proyecto”, explica Botella. Sin embargo, los libreros también han puesto en marcha su creatividad desde el primer momento para organizar distintas actividades, desde una cata de chocolates de distintos lugares del mundo (La Viatgeria) a un concurso de postales navideñas (Rals Llibres). Asimismo, el Ayuntamiento y las librerías continúan trabajando y pensando en nuevas actividades. “Yo prefiero esperar porque ahora mismo es difícil preparar algo para el público infantil”, explica Salmoral, haciendo alusión a la cantidad de clases confinadas. “Pero de cara a la primavera podremos hacer actividades al aire libre, como cuentacuentos, tareas manuales o juegos”, añade. La Llibreria Orient, por el contrario, ya está planeando un taller de mindfulness y un concierto meditativo a cargo de una musicoterapeuta.
Por su parte, la gerente de Rals Llibres apuesta por “la lectura compartida”, es decir, que cualquier persona que se acerque a su librería puede escribir una reseña de un libro que le haya gustado y ponerlo sobre el libro a modo de recomendación. “Así evitamos que la única que recomienda libros sea yo”, agrega. Martínez, de Calonge Còmics, planea en cambio organizar actividades relacionadas con el mundo de los cómics, pero también con el de los juegos de mesa así como actividades para toda la familia. Por último, Vieyra, del Espai Libelista Calonge, quiere organizar “clubs de lectura, jams de poesía, presentaciones de libros y vermuts literarios”, explica.