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Siete objetos que has visto con frecuencia y que no sabías que fueron diseñados por Miguel Milá

El pasado 13 de agosto falleció en Bilbao, donde pasaba unos días de vacaciones, Miguel Milá Sagnier a los 93 años; uno de los diseñadores españoles más destacados de la segunda mitad del siglo XX. Nacido en Barcelona en 1931 dentro de una de las grandes familias de la burguesía catalana, su padre fue José María Milá Camps, primer conde del Montseny y presidente de la Diputación de Barcelona durante la dictadura de Primo de Rivera.

Sagnier, que comenzó estudios de arquitectura pero los abandonó, sintió desde muy temprana edad una vocación por el diseño industrial que le llevó a trabajar en el despacho de arquitectos de su hermano Alfons y de su socio Frederic Correa. Allí comenzó a pensar los centenares de objetos que poco a poco fue creando y que pasaron a formar parte muchas veces del imaginario popular de aquellas personas, que los veían tanto en plena calle como en los escaparates de tiendas de muebles y decoración o bien de iluminación.

En 1960, Milá cofundó la sección de diseño industrial de la asociación Fomento de las Artes Decorativas, actualmente conocida como Fomento de las Artes y el Diseño (FAD). En ese primer grupo también se encontraba André Ricard, Antonio de Moragas, Oriol Bohigas, Rafael Marquina, Alexandre Cirici Pellicer, Manel Cases y Ramón Marinel·lo. 

Funcionalidad, sencillez y discreción

“Miguel Milá siempre pensó en diseñar en base a dos premisas: la máxima funcionalidad del objeto y la mínima ornamentación, de modo que sus diseños tenían solo los elementos necesarios”, explica María José Balcells, responsable de Documentación Patrimonial del Disseny Hub Barcelona (DHub), el museo de diseño de la ciudad a quien Milá legó en 2016 todos sus archivos, que comprenden documentos, fotografías y planos de los diseños.

A estas dos premisas convendría añadirles, según Balcells, la de la discreción del propio Milá: “No era una persona ni estridente ni llamativa sino que le gustaba pasar muy desapercibido y sus diseños son un reflejo de esto también”, añade. Así, desde esta desnudez y elegancia casi más propia del diseño japonés o escandinavo que de la exuberancia meridional, Milá se hizo imprescindible tanto en las casas como en el paisaje urbano de su ciudad, Barcelona.

“A él se debe la remodelación de los interiores que se hizo en el Hospital Clínic a finales de los años 80, todos los pasillos, vestíbulos y patios prácticamente están actualmente tan como los concibió; los patios están idénticos”, subraya la documentalista.

“Ikea bien podría haber producido muchos de los diseños de Milá”, observa la conservadora del DHub, “porque esta marca también busca maximizar la funcionalidad y la sencillez sin renunciar a la belleza”. Pero a diferencia de la multinacional sueca, Balcells explica que Milá “no renunciaba a la calidad de los materiales, trabajando siempre con materias nobles y caras que hacían que sus productos no estuvieran al alcance de cualquier bolsillo”.

“Le interesaban los materiales naturales que tuviera a su alance sin demasiadas transformaciones, aunque si no quedaba otra también integraba los plásticos en sus diseños”, desvela la experta, que enumera el ratán (proveniente de palmeras), el bambú, las maderas y el hierro y el acero entre sus favoritos. Ciertamente, una lámpara cesta, actualmente fabricada por la marca Santa & Cole cuesta 650 euros, y la lámpara TMM supera los 1.000 euros.

Con todos ellos elaboró muchos de los diseños que le hicieron célebre. Pero no todos son de uso privado, algunos de los más exitosos pueden encontrarse en el espacio público. Algunos de los más reconocidos y que a buen seguro habremos visto en alguna ocasión, son los siguientes:

1. Banco neorromántico

“El banco de toda la vida en las calles de Barcelona, es diseño de Miguel Milá, que lo adaptó de los bancos de principio del siglo XX”, explica Balcells. Actualmente el diseño se ha renovado, pero sigue siendo el mismo en esencia. “Es un banco pensado para el usuario, sobre todo para la gente mayor, que es quien más lo utiliza, con lo que es más fácil sentarse y levantarse”, cuenta la experta.

2. Lámpara Cesta

“Milá la creó con bambú en 1962 porque en aquel tiempo era un material que llegaba con facilidad de Filipinas y luego con calor se podía moldear, pero con el tiempo dejó de haber suministro y cuando la retomó Santa & Cole hubo que adaptarla a otra maderas”, dice Balcells. “El globo es de cristal, aunque ahora también se hace en plástico e incluso la venden en negro, con una batería y luces LED, para que la puedas llevar sin cables al jardín”, apostilla.

3. Vagones del metro de Barcelona

En los años 80 encargaron al estudio de Milá el diseño interior de los vagones del metro de Barcelona. “Ideó un sistema que fue muy popular hasta fechas recientes que consistía en la prolongación del respaldo por la trasera de los asientos que daban a las puertas para que los pasajeros que esperaban a salir pudieran apoyarse”, desvela Balcells que destaca que “los últimos vagones diseñados por Milá han dejado de funcionar este año”.

4. Lámpara TMC

TMC consiste en una vara de acero cromado con pie de ave y una pantalla que se desliza por la vara. Los elementos son solo el acero y el metacrilato de la pantalla. “Es un diseño de 1961 que todavía puedes ver en numerosas casas, un éxito por lo duradero que deja clara la clarividencia de Milá como diseñador”, apunta la conservadora del DHub.

TMC quiere decir “Tramo Móvil Cromado” y es un diseño que ha pasado por diferentes etapas: “Primero era totalmente negra, pero más tarde se decidió cromar la parte superior porque se rayaba mucho”. Por otro lado, “al principio el deslizamiento de la pantalla (el tramo móvil) a lo largo del mástil se hacía merced a un sistema de agujeros donde encajar el pivote de la misma, pero a partir de 2011, con motivo del 50 aniversario de su lanzamiento al mercado, el sistema se modifica por uno con imanes”, aclara Balcells.

5. Lámpara TMM

TMM quiere decir Tramo Móvil Madera. “Para Milá su favorita era la TMM porque era muy ligera y la podías trasladar de un sitio a otro sin problema”, observa Balcells. “Es además un diseño muy simple, que desde que lo concibió en el 62 apenas ha evolucionado”, señala y prosigue: “El único problema que tuvo el diseño original fue el mástil, que se curvaba un poco, pero lo solucionó dividiéndolo en dos partes que se enroscan”.

6. Grifo Hydra

“Fue un diseño que no triunfó a nivel internacional porque la empresa que las producía no tenía una gran capacidad de fabricación, pero eran muy funcionales y ergonómicas, muy bien pensadas y realizadas en monomando”.

7. Lámpara M-68

M-68 significa Mayo del 68 y es una lámpara de techo que tuvo una gran repercusión a finales de los 60 y durante la década de los 70 porque coincidió con una gran tendencia a la renovación del interior de los hogares. Actualmente fabricada por Santa & Cole, está hecha de aluminio con un acabado cromático, principalmente en rojo.