La CUP presentará una enmienda a los presupuestos catalanes y empuja al Govern a buscar nuevos socios

Arturo Puente

16 de noviembre de 2021 12:02 h

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Tras un fin de semana de debates y votaciones entre sus bases, la CUP ha anunciado este martes que registrará una enmienda a la totalidad contra los presupuestos de la Generalitat para el año 2022. La decisión supone que el partido intentará bloquear las cuentas, por lo que el Govern necesitará otros socios para permitir la tramitación y el debate parlamentario. Pero, pese a eso, las bases de la CUP también han votado por mantener la negociación con el Ejecutivo catalán si el proyecto legislativo pasa el primer filtro gracias a otra formación. Según ha informado la formación, la enmienda ha sido avalada por un 63% de los participantes en sus asambleas.

“Presentaremos esta enmienda pero trabajaremos para intentar desencallar esta situación, que es lo que en el fondo nos obliga esta decisión”, ha resumido la diputada Eulàlia Reguant, que ha manifestado que el veto a las cuentas “se puede retirar” si hay “cambios sustantivos” en los próximos días. Con todo, la portavoz ha dejado claro que las diferencias con el Govern son numerosas y de calado. Reguant ha asegurado que la decisión tomada por sus bases es una “triple enmienda” al Govern, por “la normalización de las relaciones con el Estado”, por las “políticas sociales sociovergentes” y por las insuficiencias en materia de vivienda o sanidad, ha explicado.

La decisión de la formación anticapitalista significa su descuelgue de la mayoría parlamentaria que da apoyo al Govern pero no necesariamente el fin del proyecto presupuestario. Tanto el titular de Economía, Jaume Giró (Junts), como desde la propia presidencia de la Generalitat, han dado muestras de estar dispuestos a buscar otros socios, con el argumento de que su prioridad es que la haya presupuestos para el próximo año. Una alternativa que tanto el PSC como los comuns podrían representar, pues ambos se han mostrado abiertos a hablar del proyecto económico, si bien los dos reclaman cambios en el texto remitido a la Cámara la semana pasada.

“Hoy se ha roto de una forma muy clara la mayoría parlamentaria que dio apoyo a la investidura de Pere Aragonès. La enmienda a la totalidad de la CUP invalida aquella mayoría”, ha asegurado la portavoz del PSC, Alicia Romero, que ha destacado que tras cinco meses de andadura el Govern ha demostrado que es incapaz de aprobar los primeros presupuestos de la legislatura. “El president Aragonès vinculó su investidura a los presupuestos, lo hizo en la campaña, y hoy estamos aquí sin acuerdo de presupuestos. Hoy por tanto lo que se cuestiona es la credibilidad de Aragonès”, ha concluido Romero. La socialista ha vuelto a calificar de “necesario” que haya nuevas cuentas y ha pedido al Govern buscar nuevos socios. “Le pedimos al president que se implique en buscar nuevas mayorías”, ha dicho, “aún están a tiempo de que haya nuevas mayorías”.

El Govern llega a este momento con interés en mantener a la CUP en la ecuación de sus pactos, pero con la convicción de que puede encontrar otros sustentos parlamentarios si la vía de los anticapitalistas falla. Por el momento todas las partes, tanto el Ejecutivo como terceros grupos, han negado que haya habido conversaciones, pero tanto el PSC como los comuns han trazado sus prioridades. Los socialistas reclamaron la semana pasada modificaciones de calado, al entender que el proyecto presentado hacía demasiadas concesiones a la CUP. Por su parte, los comuns se han ofrecido para hablar a la vez de los tres presupuestos que les incumben, en Barcelona, la Generalitat y los del Gobierno central.

ERC, pese a eso, anunció este fin de semana una enmienda a la totalidad a las cuentas de Ada Colau. Una decisión que no ha hecho moverse al grupo de En Comú Podem, que ha aseguro este martes que tiene “los teléfonos encendidos” para recibir la llamada del Govern. “Queremos negociar en torno a cinco ejes: salud mental, dentista público, ser país de trenes, ley de barrios verdes y reindustrializar Catalunya”, ha explicado la líder del grupo, Jéssica Albiach, que también ha advertido que no darán ningún cheque en blanco para unas cuentas a las que aún les faltan muchos cambios para ser de su gusto.

Pese a que la primera votación ya decantará el juego de alianzas, el objetivo de la CUP es continuar la negociación si las cuentas pasan el primer filtro. Un escenario que la dirección anticapitalista planteó a sus bases y que estas han avalado pero que, en la práctica, tiene pocas opciones de materializarse. Si el Ejecutivo logra convencer a otra formación de que le permita tramitar las cuentas, será este quien tenga una posición predominante en la nueva negociación parlamentaria, lo que dejará decantada la suma en la votación final.

El Govern pide a la CUP que no bloquee las cuentas

El Ejecutivo catalán ha recibido con disgusto la decisión tomada por sus principales socios parlamentarios aunque ha evitado dar por perdida la negociación. “Aún hay tiempo”, ha considerado la portavoz Patricia Plaja, que ha reclamado a la CUP que no bloquee el proyecto legislativo porque sirve “para la transformación”. Los dos socios de la coalición del Govern se han reunido de urgencia este martes para consensuar una respuesta unitaria a la enmienda de la CUP y tienen previsto verse con la formación este mismo martes por la tarde. El objetivo de este nuevo encuentro es seguir negociando, agarrándose a la posibilidad abierta por la formación 'cupaire' de retirar la enmienda.

Haciendo bandera de esta posibilidad, el Govern ha reiterado que su máxima prioridad es aprobar las cuentas con el grupo que dio apoyo a la investidura de Aragonès, cosa que además reforzaría la cohesión del bloque. “El Govern considera que es importante mantener la mayoría independentista del 52%”, ha indicado Plaja, que ha esquivado cualquier referencia a unos presupuestos con votos de terceros partidos.