Jornada de movilizaciones contra los desahucios en el centro de Barcelona. Decenas de vecinos se han concentrado para paralizar tres desalojos en los barrios de Poble-sec, Gòtic y el Raval. Solo en este último caso la presión no ha logrado evitar el lanzamiento, en una protesta que ha derivado en cargas de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra contra varios de los manifestantes.
Sobre las 9 horas las primeras furgonetas de la policía catalana han hecho acto de presencia en la calle Sant Bartomeu, frente al piso en el que vivían Tamara y sus hijos desde hace unos meses. Según explican desde el Sindicato de Vivienda del Raval, esta mujer ocupó la vivienda justo después de que se marchara otra familia que estaba en proceso de desahucio. “A Tamara le quedaban unos días para recibir el informe de vulnerabilidad de los servicios sociales, pero la comitiva judicial no ha querido esperarse”, denuncia Joana Sales, del sindicato.
El desalojo se ha iniciado poco después pese a la resistencia de algunos vecinos, pero no ha sido hasta la llegada de otro grupo de activistas que la situación se ha tensado. Decenas de personas han acudido al lugar desde el Poble-sec, donde acababan de paralizar otro desalojo, para dar apoyo a Tamara, pero no han podido acceder a la calle Sant Bartomeu debido a la amplia presencia policial. Ha sido en su intento para rebasar el cordón cuando los Mossos han realizado las primeras cargas. La policía ha vuelto a cargar en otra ocasión para dispersar a los manifestantes hacia la Rambla del Raval. Desde el Sindicato denuncian que justo en ese momento habían desconvocado la concentración.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha acusado al conseller de Interior de “hacer el trabajo sucio a los fondos buitre” con un dispositivo policial que ha calificado de “desproporcionado”. “Instamos al Govern a impulsar una mediación en casos como este, de una madre con dos criaturas”, ha expresado Colau.
El conseller Buch, por su parte, ha salido al paso de las acusaciones para alegar que los Mossos actuaban como policía judicial, y ha reprochado a Colau que los servicios sociales del Ayuntamiento no hayan ofrecido salidas para la familia “antes de llegar al desahucio”.
Desalojo con seis familias en Poble-sec
“¡Este desahucio, lo hemos parado!”. Este era el cántico que llegaba a la calle desde el número 38 de la calle Lleida, en Barcelona, donde a media mañana una cincuentena de activistas han recibido la noticia de que no se iba a desalojar el bloque en el que estaban resistiendo desde esta madrugada. Este edificio, que ocupan seis familias, tenía fechado para este jueves el desalojo, pero finalmente los vecinos, convocados por el Sindicat de Barri del Poble-sec, han conseguido paralizarlo.
El bloque, propiedad del fondo de inversión Vauras Investments y que los activistas han bautizado como Bloc Llavors, estaba ocupado por estas familias desde 2017. Tras adquirir la firma este inmueble para vaciarlo y remodelarlo, los activistas del sindicato de inquilinos del barrio lo ocuparon para dar techo a seis familias que se habían quedado sin casa. Desde entonces, este sindicato ha intentado sin éxito negociar con el fondo de inversión para que las familias pudieran quedarse, hasta el punto de ocupar otros dos pisos de la misma empresa para forzarla a aceptar esta salida.
El desalojo estaba previsto para este jueves a partir de las 9 h, pero desde primera hora de la mañana un amplio dispositivo de la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra ha bloqueado los accesos al bloque, en el que han pasado la noche unos 80 activistas. A medida que avanzaba la mañana, decenas de vecinos han ido acudiendo a la zona y concentrándose frente al cordón policial, en el que se han vivido algunos momentos de tensión. Los Mossos han llegado a cargar en una ocasión y han detenido a una mujer, que ha sido trasladada a la comisaría de Les Corts.
“Una vez más ha sido la resistencia vecinal la que ha conseguido paralizar el desahucio”, expresaba un miembro del Sindicat de Barri tras recibir la información por parte del Ayuntamiento de Barcelona de que la comitiva judicial había descartado proceder con el desalojo. Tras el estallido de júbilo, tanto dentro como fuera del edificio, algunos de los activistas se han trasladado al barrio del Raval, en el que se estaba ejecutando otro desahucio, y otros se han dirigido a la comisaría de Les Corts para mostrar su apoyo a la detenida.