La historia del monumento franquista más grande de Catalunya, situado en el municipio de Tortosa, podría no tener su punto final en la consulta celebrada el pasado fin de semana, donde los tortosinos votaron por mantenerlo. El abogado madrileño Eduardo Ranz ha interpuesto una denuncia contra el ayuntamiento de la localidad del Baix Ebre por no retirar la escultura de exaltación fascista.
El denunciante, que ha presentado otras denuncias contra alcaldes y municipios que no cumplen la ley de memoria histórica, considera en un escrito enviado a los juzgados de Tarragona que mantener el monumento en su actual emplazamiento es un “incumplimiento manifiesto” de la ley, que obliga a retirar cualquier objeto que conmemore y exalte la sublevación militar, la guerra y la dictadura. Además, señala que el ayuntamiento tampoco ha elaborado el catálogo de vestigios de la Guerra Civil y la Dictadura preceptivo en la ley, por lo que reclama que se lleve a cabo.
Ranz reclama al juzgado tarragonense que cite a testificar al alcalde de Tortosa, Ferran Bel, a la consejera de Gobernación, Meritxell Borràs, y al secretario general técnico del Ayuntamiento de Tortosa. El abogado recuerda que ya envió una petición el pasado 20 de febrero tanto al consistorio de la localidad como a la Generalitat reclamando el cumplimiento de la Ley de memoria histórica en lo relativo al monumento de Tortosa, a la que se le respondió asegurando que se solucionaría a lo largo de 2016. Considera que no ha ocurrido como se le indicó.
El municipio del Baix Ebre decidió mantener la escultura el pasado domingo por en una consulta en la que participaron 8.464 personas, el 68% en contra de la retirada. Ranz considera que, en virtud del artículo 15.1 de la ley de memoria histórica, según el cual las “administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”, el municipio no puede mantener el monumento, independientemente del resultado de la consulta.
En el caso de la estatua de Tortosa, situada en medio del río Ebro a su paso por la localidad, se trata de un monumento conmemorativo de la batalla del Ebro y sus combatientes del bando sublevado, con una inscripción que hace referencia explícita a su exaltación.