La fosa de Figuerola d'Orcau (Pallars Jussà), en la demarcación de Lleida fue la primera, y la de Soleràs (Les Garrigues), también en la provincia de Lleida, podría ser la última. Una, exhumada el pasado mes de julio; la otra, este mismo lunes. El tiempo transcurrido entre ambas excavaciones no llega a los seis meses, lo que podría haber durado el Plan de fosas de la Generalitat –previsto para este 2017 y 2018– según apuntaban diversas informaciones publicadas en prensa la semana pasada.
La aplicación del artículo 155 habría dejado en dique seco dicho plan, según fuentes del Departament d'Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència, el encargado de preservar “la memoria democrática”, según el decreto que estructura las funciones de dicho departament.
Preguntada en reiteradas ocasiones por este diario, la Generalitat, intervenida por el Ejecutivo central, se ha negado a informar sobre el estado de la medida. “No podemos dar esa información [si el plan se encuentra parado o activo], y no reconocemos otras informaciones surgidas”, han destacado portavoces de prensa del departament.
La postura del departament ha inquietado a las entidades de memoria histórica, que niegan haber recibido ninguna comunicación en relación a la paralización de la medida. Las asociaciones por la reparación de la Guerra Civil han exigido incluso al área de Asuntos Exteriores una reunión, según ha podido saber este medio, para que aclare si el 155 tendrá consecuencias sobre el Plan de Fosas ya aprobado.
Concretamente, la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Catalunya –entidad que ha trabajado junto a la administración en la construcción de la medida– pedirá un encuentro con Carme García, la directora general de Relaciones Institucionales (de donde cuelga el área de memoria histórica), para que dé explicaciones tras la informaciones aparecidas en la prensa.
El plan tenía previsto una veintena de operaciones, pero diversos medios reprodujeron una información atribuida a Asuntos Exteriores que versaba sobre la paralización de la medida, y que ahora el área se niega a confirmar o desmentir. Asuntos Exteriores, como el resto de departamentos de la Generalitat, se encuentra sin jefe de comunicación a raíz del 155, con el que se cesó a todos los cargos de confianza de los consellers.
La circunstancia ha dejado atónitas a las entidades por la recuperación de la memoria. “Nos han llegado las informaciones por la prensa pero el presupuesto está aprobado y hay un plan por cumplir”, atiende Manuel Perona, el presidente desde hace quince años de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Catalunya.
Las entidades reclaman que siga el plan
“Los desaparecidos no se pueden volver a enterrar, el plan continuará sí o sí y estaremos en contra de cualquier tipo de acción que no vaya en la línea de todo lo que se ha hecho hasta ahora”, zanja Perona. Para el presidente es “rara” la situación, pues no entiende qué tiene que ver el 155 con la extinción del plan.
También le parece extraña la circunstancia a otro activista de la memoria histórica, Carles Vallejo, presidente de la Asociación Catalana de Expresos Políticos del Franquismo, que también se ha enterado de la supuesta paralización por la prensa.
Vallejo espera que en la reunión rutinaria de la Verificación Memorial con el Govern del próximo 1 de diciembre les aclaren la situación. Sea como sea, en su ámbito, más vinculado a la reparación que al trabajo en fosas, asegura que todo sigue en marcha. “Las actividades del memorial programadas por la dirección general se están llevando a cabo. Y la subvención de memoria se ha tirado adelante y se han aprobado las ayudas de la convocatoria de año próximo”, dicta.
Perona y Vallejo destacan que el plan es importante, y se remiten a los datos que arroja desde su inicio en julio. Desde la puesta en marcha de la medida, en verano, se han hallado 101 individuos de los bandos republicano y nacional. Y se han localizado tres fosas, además de realizarse las prospecciones de las de de Vilanova de Meià, en la Noguera; Figuerola de Orcau, en el Pallars Jussà; y Prats de Lluçanès, en Osona.