Catalunya celebró este lunes su día más lluvioso en años. Concretamente, en los últimos dos años y medio, casi el mismo tiempo que hace que dura una sequía que ha obligado a acometer restricciones de uso de agua en casi toda la comunidad.
El Servicio Meteorológico de Catalunya informó a última hora del lunes que no se registraban precipitaciones de esa cantidad desde el 23 de noviembre de 2021. El aguacero provocó importantes crecidas en dos de los principales ríos de las cuencas internas catalanas, el Llobregat y el Besòs, y dejó registros inéditos en décadas como el de la localidad metropolitana de Viladecans, con una precipitación acumulada de 121,7 l/m2.
El actual episodio de lluvias, que se alargará todavía unos días, se suma al que ya se vivió en Semana Santa y que contribuyó al estado de los embalses y a evitar un verano con más restricciones que las ya decretadas. Actualmente los pantanos del sistema Ter-Llobregat, que abastece al área metropolitana de Barcelona, se encuentran al 19% de su capacidad.
Catalunya entró en 2024 con una declaración de emergencia por sequía que obligó a restringir en consumo de agua por habitante en los municipios y a prohibir el riego de jardines, el llenado de piscinas y otras actividades que requieren de recursos hídricos. La Generalitat se llegó a plantear traer agua en barcos a Barcelona, pero primero las lluvias de Semana Santa y posteriormente su plan de instalar desaladoras portátiles evitaron esa medida.
La parte central y norte del litoral catalán fue la que acumuló los registros de precipitación más elevados durante las primeras horas del lunes y hasta media tarde. A los 60 milímetros por metro cuadrado de agua registrados en el Parque Nacional del Garraf se suman otros como los 55,3 de Vacarisses (Vallès Occidental), los 54,9 de Viladrau (Osona), los 57 de Vilobí de Onyar (Selva) o los 56,1 de Girona.
El Pirineo y el Prepirineo fueron también escenario de precipitaciones, algunas con forma de lluvia, como los 43,5 milímetros recogidos en Núria o los 47,2 de Ulldeter (Ripollès), pero también en forma de nieve, con nevadas por encima de los 2.000 metros y espesores de nieve nueva de hasta 30 centímetros también en Ulldeter, 12 en el Cadí Nord o 12 también en el Port del Comte. En estaciones como la de Certascan, a 2.400 metros de altitud, se acumularon grosores de nieve de más de un metro. En Boí se acercaron a esa cifra y se quedaron en 97 centímetros.
Paralelamente, el teléfono de emergencias 112 recibió 1.189 llamadas hasta las 7.00 de este martes, que han generado 760 expedientes. La mayoría de estas llamadas se concentraron en la comarca barcelones adel Vallès Occidental. En concreto, 135 provienen de Terrassa y 130 de Sant Cugat del Vallès. Por detrás están Barcelona (120) o Sant Boi de Llobregat (85).
En cuanto a Bomberos, recibieron 73 avisos entre las 22.00 horas del lunes y las 8.25 horas del martes. La mayoría se concentraron en la región Metropolitana Sur (32) y la Norte (23), seguida de la región Centro (8), Tarragona (4), Girona (3), Lleida (2) y la de las Terres de l'Ebre (1).