La Coordinadora de Barcelona en Comú ha decidido que Ada Colau debe presentarse para ser investida alcaldesa. Así lo ha expresado el partido en un comunicado en el que añaden que la propuesta se someterá a votación en el plenario que el partido celebra este viernes.
Para superar la situación de “estancamiento” tras constatar que ERC y PSC descartan un tripartito, los 'comuns' ven que la “mejor propuesta” es que Colau presente su candidatura a la investidura. “Una propuesta que no cerraría la puerta a seguir trabajando para un gobierno de fuerzas de izquierdas”, razonan desde la coordinadora, un órgano directivo más amplio que la ejecutiva.
Los 'comuns' asumen así que, si los socialistas y los republicanos no se prestan a un tripartito de izquierdas, su opción prioritaria pasa a ser que Colau acceda a la alcaldía contando sus votos, los del PSC y los de Manuel Valls, una mayoría de más de 21 concejales suficiente para evitar que Ernest Maragall lidere el gobierno municipal.
ERC le pedía este miércoles a Colau que se decidiese y los 'comuns' así lo han hecho. No explorarán un acuerdo únicamente con los republicanos, tal como les pedía Maragall. Puestos a gobernar en minoría, quieren hacerlo con la actual alcaldesa al frente del consistorio, preservando así el principal activo de su espacio político.
La decisión queda ahora pendiente del plenario del partido, previsto para este viernes a las 18:30 horas en el centro cívico La Sedeta. La asamblea, que congrega a toda la militancia, debía ser solo deliberativa, pero finalmente servirá para que los 'comuns' busquen el aval de sus bases a la preservación de la alcaldía con los votos de los socialistas y al menos tres miembros de la lista de Ciudadanos.
Negociaciones con el PSC
Aunque Colau logre el visto bueno de la militancia, no está garantizado todavía que el 15 de junio salga del pleno de investidura levantando el bastón de alcaldesa. Si Manuel Valls le aseguró que le daría sus votos sin esperar nada a cambio, solo para evitar un alcalde independentista, no está claro que los socialistas estén dispuestos a lo mismo.
Pese a prometer el día después de las elecciones que harían lo que hiciera falta para dejar a ERC fuera del gobierno, ahora los de Jaume Collboni quieren jugar sus cartas. El PSC, que ha mantenido estos días negociaciones con los 'comuns' fuera de los focos, ha puesto como condición para votar una investidura de Colau que hayan llegado antes a un acuerdo de gobierno.
El PSC quiere asegurarse entrar al ejecutivo antes de darle el 'sí' a Colau, puesto que recelan de que acabe optando por gobernar en solitario pese a sus 10 concejales de 41. Las relaciones entre ambas formaciones están muy desgastadas tras la campaña electoral y después de que los 'comuns' expulsaran del ejecutivo municipal a los socialistas en 2017 por su apoyo al 155.
Maragall pide no “blanquear” a Valls
Ernest Maragall, consciente de que están a punto de perder la alcaldía pese a haber ganado las elecciones –con los mismos concejales y apenas 5.000 votos más que los 'comuns'–, ha insistido en que usar “por activa o por pasiva” los votos de Valls en una investidura es “inaceptable”. “Una acción -u omisión- de estas características es injustificable desde cualquier punto de vista, más todavía si se pretende incluir en un presunto progresismo”, ha asegurado en un artículo en El Periódico.
ERC puso en pausa sus negociaciones con Colau este miércoles tras constatar que los 'comuns' no estaban por la labor de formar gobierno solamente con ellos. Los republicanos entienden que les han ofrecido todo lo que podían, empezando por sacar JxCat de la ecuación y poniendo sobre la mesa un ejecutivo repartido a medias con un cargo especial para la actual alcaldesa que le permita hacer “tándem institucional” con Maragall. “Un rol político del máximo nivel, complementario al del alcalde, que tenga vigencia durante los próximos cuatro años”, abundaba el alcaldable independentista en el artículo.
En su artículo, Maragall ha cargado contra Valls y también contra el PSC, de quienes lamentan que ni siquiera se presten a sentarse a una mesa para una primera conversación. “No podemos aceptar que se blanquee a Valls, pero tampoco que se disimule la responsabilidad del socialismo español y catalán, especialmente desde el 1 de octubre, en las continuas iniciativas de carácter represivo a las que asistimos”, ha expresado el líder de ERC sobre los socialistas.