Son sin papeles, prostitutas, sin techo, antifascistas, transexuales o sencillamente no vestían de una manera que los otros aprobaran. Todos ellos tienen una cosa en común: son víctimas de crímenes de odio en el Estado, una realidad que a menudo aparece fugazmente en titulares y se pierde más allá del suceso.
Precisamente para que estas víctimas y esta realidad no caigan en el olvido nace el proyecto 'Crímenes de odio: memoria de 25 años de olvido', un proyecto impulsado por los periodistas David Bou y Miquel Ramos y elaborado por un equipo de investigación multidisciplinar, que recoge los casos de crímenes de odio conocidos en España desde 1990 a 2015. Basándose en hemerotecas, los autores del proyecto han documentado hasta 86 crímenes (19 de ellos en Catalunya) en los que murieron un total de 88 personas. “Detrás de cada cifra hay una historia personal pero el crimen de odio va dirigido contra todo un colectivo”, ha enfatizado Miquel Ramos en la presentación del proyecto en Barcelona.
La mayoría de los crímenes (37) son por motivos de racismo y xenofobia mientras que también representan un número importante (23) los casos de aporofòbia, de odio al pobre, como por ejemplo el terrible caso de Rosario Endrinal, la indigente que hace diez años murió quemada en un cajero de Barcelona mientras dormía. También dormía la transexual Sonia, en la glorieta del Parc de la Ciutadella de Barcelona, cuando un grupo de seis neonazis atacaron con patadas a ella y a su pareja, uno de los cuatro delitos de transfobia y homofobia recogidos.
Asignatura pendiente con las víctimas
“Hemos hecho este proyecto porque hasta ahora no existía”, ha remarcado el periodista David Bou, que ha criticado la falta de beligerancia del estado ante este tipo de crímenes y ha utilizado la palabra “indolencia” para describir la actuación del ejecutivo.
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, se ha mostrado satisfecho porque “el proyecto recoge 25 años de lucha” aunque ha matizado que es una lucha inconclusa. Ibarra ha criticado el estado español por “banalizar” durante muchos años los discursos y los crímenes de odio y por “ir tarde” en materia legislativa. Según el Informe Raxen, del Movimiento contra la Intolerancia, hay unos 4.000 incidentes y agresiones de odio al año mientras que desde el Ministerio del Interior hablan de 1.385. Otros datos indican que en España hay más de 10.000 ultras y neonazis y que en todas las Comunidades Autónomas hay presencia de grupos racistas y xenófobos.
Según él, el estado está en deuda con las víctimas por el cierto grado de impunidad imperante, por permitir la existencia de grupos que perpetúan estos crímenes y por abandonar las víctimas. “Hay iniciativas pero no tenemos una ley integral contra los crímenes de odio”, ha agregado recordando que este tipo de crímenes “deshumanizan las víctimas y atacan su dignidad”.
La abogada penalista Laia Serra, por su parte, ha añadido que la investigación de los delitos de odio en el estado es “lamentable” y ha criticado también la falta de formación en este campo.
Quien también ha estado presente en la presentación del proyecto es Mavi Muñoz, madre de Carlos Palomino, el joven asesinado por un militar neonazi el 11 de noviembre de 2007 en el metro de Madrid. El autor fue condenado por odio ideológico. “El antifascismo no es delito, es un deber. Si mi hijo era un antisistema, yo también lo soy, no puedo estar de acuerdo con un sistema que aprueba el asesinato de alguien porque es diferente”, ha dicho Muñoz .
Apelan a la colaboración para completar el proyecto
Bou ha explicado que en la mayoría de los casos no ha habido un seguimiento periodístico exhaustivo, de seguir si ha habido sentencias firmes o no, por ejemplo. De hecho, según ha reconocido Miquel Ramos, el proyecto está incompleto y “uno de los objetivos también es ilustrar que faltan datos y que las informaciones no se investigan más”. En esta línea Bou ha apelado, por un lado, a la colaboración ciudadana para completar la lista con más posibles casos. Desde que se puso en marcha la web, a principios de diciembre, el grupo de investigación ha recibido al menos cuatro posibles casos nuevos de crímenes de odio que no tenían en la lista.
Por otro, también ha apelado a los periodistas para que se animen a 'tirar del hilo' para ver cómo han acabado algunas de las historias de las que se desconoce el recorrido judicial. Del seguimiento que han podido hacer ellos en estos meses de investigación, han podido saber que de los 86 casos 35 han acabado con una condena pero de la gran mayoría no se conoce su trayectoria.