Dolors Sabater: “Necesitamos salir del bucle de acusaciones mutuas en el que se han instalado ERC y Junts”

Arturo Puente

8 de febrero de 2021 22:27 h

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La CUP ha elegido como cabeza de lista para estas elecciones a Dolors Sabater (Badalona, 1960), exalcaldesa de su ciudad de nacimiento que ahora lidera la candidatura anticapitalista como independiente. Con Sabater, la CUP se propone sobrepasar su espacio electoral clásico y tratar de convencer a un votante no solo interesado en la independencia sino también por las cuestiones sociales. Con todo, la propuesta de la candidata badalonesa es clara en el ámbito nacional, y propone volver a celebrar un referéndum, pactado o no, antes de 2025. Sobre los pactos tras el 14F, Sabater asegura no estar dispuesta a “apuntalar un Govern para hacer autonomismo y para hacer neoliberalismo”, aunque no rechaza la opción de investir a Laura Borràs ni a Pere Aragonès. Además no descarta entrar en el Govern, aunque lo condiciona a un “cambio de orientación social y económica en el abordaje de la crisis”.

Se habla mucho de la posibilidad de un Govern de izquierdas. Si dieran los números, ¿la CUP podría investir a Salvador Illa?

No. ¿Cómo se puede poner a Salvador Illa en el bloque de las izquierdas? Las políticas que ha hecho son neoliberales totalmente y no tiene un programa de fortalecimiento de los servicios públicos sino de privatización. El PSC no es un partido de izquierdas, no ha retrocedido ni un paso en las políticas de persecución y criminalización del independentismo y no reconoce el derecho de autodeterminación.

Tienen claro que no investirán a Salvador Illa, mientras que a Laura Borràs le dan un “ya veremos”. ¿Por qué?

De Laura Borràs no sabemos qué propuestas lleva. Dependerá de si Junts es capaz de hacer propuestas para sacar adelante el país en políticas sociales y que reviertan las graves desigualdades que tenemos. Hay políticas que el Govern de JxCat y ERC ha hecho hasta ahora que no estamos dispuestos a sostener y, por tanto, cualquier apoyo dependerá de que haya un cambio de orientación social y económica en el abordaje de la crisis. Pero de entrada, existe la posibilidad de sentarnos en una mesa y discutirlo, mientras que el señor Illa ya ha dicho de forma vehemente, y es la clave de su campaña, que él no escuchará lo que quiere la mitad de la población. Así es muy difícil.

¿Y sin Illa pero solo con formaciones de izquierdas? ¿A usted un Govern de ERC, 'comuns' y CUP le gustaría?

Nosotros estamos diciendo durante toda la campaña: para hacer qué y para hacerlo cómo. Y esto es con todos. Nosotros en toda la política de pactos estamos dispuestos a hablar con todos y a escucharlos a todos, a los únicos que les ponemos el veto es al señor Illa por ser del 155 y el veto a apuntalar un Govern para hacer autonomismo y para hacer neoliberalismo. ¿Los 'comuns' están dispuestos a defender el derecho a la autodeterminación? ¿Están dispuestos a defender la amnistía? Pues hablemos de proyectos y propuestas.

¿El Govern de la última legislatura ha hecho autonomismo y neoliberalismo?

Sí. Durante estos tres años no hemos avanzado en nada. La lucha popular independentista, que aglutina el soberanismo rupturista y que generó la acción de desobediencia no violenta nunca vista que es el 1 de octubre, y la movilización del 3 de octubre, es un gran consenso del país, hay un 80% de consenso sobre el derecho a la autodeterminación, y eso quiere decir que incluye a los actores independentistas pero también al soberanismo que ve la oportunidad de superar el régimen del 78. Y desde el año 2017 no ha habido pasos adelante.

Proponen hacer un referéndum antes de 2025. En su opinión, ¿debe ser un referéndum pactado?

Si lo puede ser sí, y trabajaremos para que así lo sea. Pero si el Estado no se mueve un milímetro, pues tendrá que ser no pactado. Al derecho a la autodeterminación no se renunciará porque el Estado no lo quiera hacer. Y además, para nosotros el referéndum va ligado absolutamente al avance en temas sociales. Para nosotros son cuestiones inseparables, y se ve en la lista de todas las leyes que sistemáticamente tumba el Tribunal Constitucional, que señala que dentro de esta Constitución no cabe por ejemplo garantizar el derecho a la vivienda, porque el TC siempre se pone del lado de los grandes propietarios y del poder del Ibex35.  

En este referéndum no pactado que proponen, ¿cómo lo plantean para que no quede en nada como ocurrió con el del 1-O?

La CUP ha hecho una reflexión importante sobre qué falló en octubre del 2017. Es evidente que había cosas en las manos del independentismo y otras que no, pero en todo caso necesitamos salir del bucle en el que se han instalado ERC y Junts de acusaciones mutuas y de culparse del fracaso por no haber podido sostener el conflicto, y comenzar a dar pasos adelante. 

Debemos volver a hacerlo, pero hay que hacer cosas diferentes. Las que nosotros proponemos son tres: por un lado, la internacionalización del conflicto, hay que cambiar la mirada internacional y hacer más trabajo para que pueda haber un seguimiento e intervención en el conflicto. Segundo, tener preparadas las estructuras de soberanía del país, que están vinculadas a cómo responder a la crisis social, con el refuerzo de los servicios públicos o la reindustrialización en el marco de la transición ecológica. Y tercero, una estrategia compartida conjunta sobre cómo abordar el conflicto y prever los escenarios que no se previeron en 2017.

No descartamos entrar en el Govern pero sí descartamos hacerlo dentro de un Govern continuista

En la precampaña la CUP expresó que podía formar parte del Govern pero este mensaje ahora se ha difuminado. Aclárenoslo: ¿La CUP quiere entrar al Govern o no?

La CUP se presenta con la capacidad de poder asumir responsabilidades. No descartamos entrar en el Govern pero sí descartamos hacerlo dentro de un Govern continuista y que no se plantee grandes cambios económicos, sociales y en relación a la autodeterminación.

¿Esto implica un cambio de caras? ¿La CUP entraría por ejemplo en un Govern presidido por Pere Aragonès con Laura Borràs de consellera?

Tanto la CUP como Guanyem son organizaciones orgullosamente asamblearias. Nuestra prioridad ahora es intentar tener la máxima fuerza posible para poder condicionar al máximo. Cuando la CUP ha sido fuerte, han pasado cosas, tanto en el municipalismo como en el Parlament. En función del resultado, queremos ver cómo podemos condicionar el Govern y el ciclo que empiece el 15 de febrero, y después debatiremos y tomaremos nuestras decisiones. No estamos vetando a personas sino proyectos y maneras de hacer política. Si podemos entrar en el Govern con fuerza querrá decir que hemos tenido una muy buena representación, que hemos sido capaces de condicionar proyectos e incluso que pueden haber cambios de caras.

¿Qué opinión tiene de los altercados de este sábado en Vic en un acto de Vox?

Es preocupante. Tenemos una realidad: la falta de políticas que respondan a las necesidades vitales de las personas tensiona las clases trabajadores y el populismo de derechas utiliza esta situación. Vox realiza discursos de odio y traspasa la línea de lo que es negociable en una democracia, pero puede presentarse a las elecciones. Hay más preocupación por vigilar a los que denuncian el populismo de derechas y el fascismo que no al revés.

La violencia tiene que estar fuera de la campaña electoral, pero Vox pone la violencia de entrada

¿Cree que se tendría que ilegalizar Vox?

Cualquier partido que sustenta su propuesta política en el odio y en no aceptar los derechos humanos no tendría que ser legal. Vox genera un clima enrarecido en la política que se ve agravado por una continua connivencia de la judicatura y las fuerzas policiales que a menudo protegen más las expresiones racistas y fascistas que las antifascistas. La violencia tiene que estar fuera de la campaña electoral, pero Vox pone la violencia de entrada.

Una de las propuestas de la CUP es una Renta Básica Universal. ¿Es posible en una Catalunya autonómica o debe esperar a la independencia?

A nivel de recursos es posible una Renta Básica porque se autofinancia a través de la reforma fiscal que también proponemos. 

¿Pero cree que es posible en la Catalunya autonómica una Renta Básica Universal?

La lucha social y la nacional están en el mismo nivel y van ligadas. Entiendo la pregunta y la disyuntiva, pero el Parlament tiene que desobedecer también en las leyes sociales. Hay que desbordar el marco autonómico que permite al Constitucional cargarse todos los avances sociales que aprueba el Parlament, y a la vez el Parlament tiene que estar dispuesto a avanzar sin rodeos para defender lo que es justo, como hizo el 1-O. Nos gustaría que los 'comuns', con los que coincidimos en muchas políticas sociales, apostaran como nosotros y los Anticapitalistas por cambiar el marco y superar los límites que nos impone el estado autonómico y el régimen del 78, que es el mismo que el del Ibex-35.

Insiste en el Constitucional y en el Estado que tumba leyes sociales que aprueba el Parlament. ¿Cree que el resto de España es más de derechas que Catalunya?

El Gobierno sí, España no. El independentismo ha favorecido un crecimiento de la izquierda en Catalunya porque la lucha popular ha escorado el movimiento soberanista hacia la izquierda. El independentismo ha generado esperanza y una cultura política de pensar desde abajo cómo superar el capitalismo y cómo hacer un país mejor para todo el mundo en vez de un país de derechas que esté al servicio de una minoría elitista. Esto es una visión más de izquierdas que de derechas, que no quiere decir que no haya independentistas que sean de derechas.

La CUP ha sido muy crítica con la gestión de la pandemia del Govern. ¿Entendió que la CUP salvara de la reprobación en el Parlament al conseller de Asuntos Sociales, Chakir el Homrani?

Pues no lo he pensado, la verdad.

¿Usted lo hubiera salvado?

No se qué decirle… el tema de las residencias fue un drama absoluto. Tengo un hermano en una residencia pública de personas con discapacidad y el personal lo hizo muy bien, pero por parte del Govern hubo una improvisación importante y falta de planificación. Sinceramente creo que el conseller no gestionó bien. No se puede pasar por alto y hay que sacar lecciones de cómo se gestionaron las residencias. La primera lección debe llevar a un cambio de modelo que ponga fin a la privatización. Los servicios sociosanitarios deben ser públicos, no privatizados. 

En una entrevista en RAC-1 dijo que tenía que consultar con un médico de confianza sobre la vacuna de la COVID-19. ¿Tiene dudas sobre la vacuna?

No tengo ninguna duda con la vacuna y de hecho proponemos una farmacéutica pública para que nadie quede fuera. Mi hermano, que es de riesgo, ya está vacunado y yo me vacunaré. Pero tengo que consultar con el médico del ambulatorio cuándo me toca ponérmela. Primero porque tengo 60 años y, según tengo entendido, algunas vacunas no se administrarán a los mayores de 55 años. Y segundo para ponerme la vacuna cuando me toque de verdad no como otros políticos y altos mandos del ejército que se han colado abusando de su cargo. La única duda que tengo es qué día me tocará.