'Dones en Xarxa' promueve los derechos de las mujeres y apuesta por su empoderamiento usando las TIC. Cree en el potencial de internet para alcanzar la igualdad efectiva.
Visibles e iguales
El pasado 26 de abril se celebró el día de la visibilidad lésbica. Una jornada reivindicativa que se celebra en todas partes y que pretende poner a las mujeres lesbianas en el centro de atención. Es un día que debería ser todos los días. A pesar de todo, es necesario, porque nunca debería invisibilizarse una forma de querer.
Visibilizarse para tener los mismos derechos. A estas alturas podemos hacer un pequeño balance de la visibilidad reclamada. Se llevaron a cabo actos diversos, festivos, culturales y reivindicativos. Pocos medios se hicieron eco más allá de la anécdota. Un vídeo que, simbólicamente, mostraba el amor lésbico ante la “moreneta” fue lo que centró la atención de los medios. Sólo un acto local, una “besada” en Sant Cugat, fue recogido por el medio local de referencia. Algunos digitales, algunos artículos de opinión, los digitales del movimiento LGTBI ... El resto, los grandes medios, el rábano por las hojas.
Esto me lleva a un artículo de hace muchos años atrás “Niña-muerde-perro (o de por qué no existe el lesbianismo)”, publicado en la revista “Nosotras que nos queremos tanto” en 1986, editada por el Colectivo de feministas Lesbianas de Madrid en el que se desarrolla un análisis de la negación que el sistema heteropatriarcal hace del lesbianismo. 31 años después seguimos reclamando y reivindicando hacernos visibles.
¿El amor rompe normas? Unos años antes del artículo el Frente de Liberación Gay de Catalunya proclamaba en un lema “Rompe la norma. Ama como quieras ”, un lema histórico que ha estado al frente de las reivindicaciones. Los avances han llegado (aunque queda mucho por hacer) pero... ¿Las lesbianas somos visibles? ¿Tenemos los mismos derechos?
Las mujeres que se reivindican subvierten el orden del sistema, porque somos la mayoría social pero no formamos parte de la mayoría dominante. Existe un orden simbólico heteropatriarcal que se ve amenazado por las reivindicaciones de igualdad de derechos reales, el cambio de rol social de las mujeres es, en sí mismo, transgresor, la reivindicación del amor, y el sexo, entre mujeres transgrede y molesta el orden establecido. Es por ello que se invisibiliza a las mujeres, es por eso que se niega el lesbianismo, es por eso que no somos noticia más allá de la anécdota o el comportamiento no normativo. Formamos parte de la página de sucesos: la huida de la pareja de mujeres de Turquía, el asesinato de una de las miembros de una pareja lesbiana... o bien de las páginas de sociedad: famosas lesbianas o besos fugaces en los escenarios. O somos marginales o somos espectáculo. Pero las mujeres lesbianas no queremos ser marginales aunque crezcamos en los márgenes.
La heterosexualidad se presupone y, por tanto se impone, obligatoria, para las mujeres. Es, además, una heterosexualidad androcéntrica sin tener suficientemente en cuenta la sexualidad de las mujeres, una sexualidad negada doblemente en el caso de las lesbianas.
Visibles y con igualdad de derechos, esta es la pequeña y gran reivindicación pendiente para las lesbianas. La tan glorificada “normalización” de las personas LGTBI es para las lesbianas un reto pendiente, una necesidad vital.
El pasado 26 de abril se celebró el día de la visibilidad lésbica. Una jornada reivindicativa que se celebra en todas partes y que pretende poner a las mujeres lesbianas en el centro de atención. Es un día que debería ser todos los días. A pesar de todo, es necesario, porque nunca debería invisibilizarse una forma de querer.
Visibilizarse para tener los mismos derechos. A estas alturas podemos hacer un pequeño balance de la visibilidad reclamada. Se llevaron a cabo actos diversos, festivos, culturales y reivindicativos. Pocos medios se hicieron eco más allá de la anécdota. Un vídeo que, simbólicamente, mostraba el amor lésbico ante la “moreneta” fue lo que centró la atención de los medios. Sólo un acto local, una “besada” en Sant Cugat, fue recogido por el medio local de referencia. Algunos digitales, algunos artículos de opinión, los digitales del movimiento LGTBI ... El resto, los grandes medios, el rábano por las hojas.