Cuando Europastry, el gigante catalán de panadería y bollería congelada, comunicó a finales de junio, una semana después de haber lanzado el proceso, que volvía a congelar sine die su estreno bursátil, hizo saltar de nuevo las alarmas en el parqué. La compañía amagaba con el cuarto gatillazo en su intento de salir a Bolsa. Pere Gallés (fallecido en 2010), fundador y padre del actual presidente ejecutivo, Jordi Gallés, lo intentó en dos ocasiones, en 1998 y en 2007, pero se topó, respectivamente, con la crisis financiera asiática que salpicó a los mercados europeos y con el estallido de la burbuja inmobiliaria que dio lugar a la Gran Recesión. Jordi Gallés, el actual patriarca, desempolvó los planes de su padre en 2019 pero los tuvo que guardar de nuevo en el cajón porque los inversores mostraron poco apetito por los títulos del fabricante de masas congeladas, atragantados por el coronavirus.
Pero esta vez sí ha sido la buena. Europastry protagonizará la segunda salida a Bolsa del año, tras la del grupo de perfumería Puig. Este jueves anunció que debutará en el parqué el próximo 10 de octubre y que colocará un 30% del capital, La familia Gallés, que hoy ostenta el 76% de las acciones a través de su oficina patrimonial, pasará a controlar el 64% de la compañía y —como no podía ser de otra manera— CriteriaCaixa se ha comprometido a adquirir una participación de hasta el 5%. El holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación “la Caixa”, en plena ola inversora desde que Isidre Fainé colocó al frente a Ángel Simón, también se asomó a la salida a Bolsa de Puig, donde invirtió 425 millones de euros para alcanzar una participación del 3,05%.
Quien se irá haciendo caja es el fondo de inversión madrileño MCH, que entró en Europastry en 2011 y que hoy tiene casi el 20%, mientras que el consejero delegado de la compañía, Jordi Morral, se desprenderá de casi la mitad de su paquete actual del 3%, según el folleto remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Europastry es un gigante mundial de la fabricación de masas congeladas que vende a cadenas de panaderías, restaurantes y supermercados, y que, según se desprende de la información facilitada a la CNMV, está valorada en 1.570 millones de euros. Con sede en Barcelona, opera en 80 países y tiene 27 centros de producción, 15 de ellos en España. En 2023, empleaba a 3.760 personas en toda Europa y a otros 1.130 fuera de las fronteras comunitarias, según consta en la memoria anual de la compañía de 2023. Pero quiere acelerar el insaciable crecimiento, orgánico e inorgánico, de la compañía, pero manteniendo una “estructura de capital prudente”, sin comprometer más su nivel de endeudamiento, que a 30 de junio era de 667 millones de euros. De ahí la salida a Bolsa.
De los más ricos de España
Durante la última década, Europastry mantiene un ritmo de crecimiento de doble dígito y en seis años ha doblado su facturación consolidada hasta situarla en casi 1.350 millones de euros, un 20% más que en 2022. Obtuvo un beneficio operativo de 1165 millones y ganó casi 69 millones de euros después de impuestos, un 90% más. En la primera mitad del ejercicio en curso, alcanzó una facturación neta de 714 millones de euros, un 7% más que en el mismo periodo de 2023, según la información facilitada por la empresa en el folleto de la operación bursátil.
Según las últimas cuentas anuales, el fabricante de masas congeladas entregó a sus accionistas dividendos por 50 millones de euros en 2023, cinco veces más que un año antes. Un pico nada despreciable para la familia Gallés Gabarró (Glòria Gabarró, la madre, y sus tres hijos: Jordi, Anna y Eva Gallés Gabarró), que figura en el listado de los más ricos que elabora El Mundo en el puesto 99 con 675 millones de euros.
Europastry fue fundada como tal en 1987 por Pere Gallés, cuando quiso dar una dimensión industrial al suministro de masas congeladas con el que él mismo empezó a experimentar en 1985 para suministrar sus propias tiendas. Hijo y nieto de panaderos, a finales de los años setenta hizo crecer el negocio familiar de panaderías (El Molí Vell) hasta convertirlo en la mayor cadena de panaderías de la provincia de Barcelona.
Se convirtió en pionero en la producción de pan precocido a nivel internacional, bajo la marca Fripan. La innovación consistía en un pan en el que, según explica Europastry, se respetan todas las fermentaciones naturales y a media cocción se enfría y se congela, convirtiéndose en un producto “no perecedero” de larga duración, que puede viajar, estando disponible en cualquier momento, con solamente 10 minutos de segunda cocción. A partir de esta invención, decide segregar el negocio en dos y en 1987 nace Europastry con la idea de suministrar masas congeladas a otros panaderos, restauradores y supermercados.
De Starbucks a los cruasanes (sin cuernos) de Manolo Bakes
El actual presidente ejecutivo, Jordi Gallés, que encarna la cuarta generación de este linaje de panaderos (y la segunda de industriales), es quien se ha encargado de internacionalizar y expandir el negocio. Jordi Gallés conoce el oficio de panadero porque lo aprendió desde abajo. Se formó en un obrador francés antes de regresar a la empresa familiar, en la que ha hecho carrera: controller, responsable de una de las fábricas del grupo —la de Azuqueca de Henares (Madrid)—, director de operaciones, de marketing, director general y, desde 2010, cuando falleció el patriarca, presidente ejecutivo.
Gallés ha creado un gigante a base de compras de empresas del sector: la valenciana Sualba en 2017, la gallega Ingapan, la estadounidense Wenner Bread…hasta llegar a este año, con la alemana DeWiBack y a la holandesa De Groot Edelgebak, en dos operaciones comunicadas en marzo y en agosto, respectivamente.
En 2016, Europastry vendió su negocio de panaderías (hoy Santagloria), para especializarse en la fabricación de masas congeladas de panadería. Más allá de marcas propias como Saint Honoré y Maestra (panes), Lykke y Saudade (bollería) o Chousa y La Masa Nostra (pizzas y empanadas), la empresa catalana genera la mayor parte de su negocio en producción para terceros. Aunque no desvela sus clientes, sí es conocido que fabrica para Starbucks, Pret a Manger, Manolo Bakes –conocida por sus mini cruasanes sin cuernos (Manolitos)– Granier, Dunkin Donuts, o Mercadona.