La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El reto para incrementar ingresos y revertir recortes abre el juego de los presupuestos

Oriol Junqueras inicia este lunes el desfile de los consellers del nuevo Govern por el Parlament. A petición propia, comparecerá ante la comisión de Economía de la Cámara informar sobre los objetivos de legislatura de su departamento. Como se ha encargado de repetir desde que asumió la vicepresidencia y la conselleria de Economía y Hacienda, Junqueras no traerá buenas noticias para los que esperan que la Generalitat presente unos presupuestos expansivos. Los grupos parlamentarios le exigirán que encuentre nuevas vías de ingresos y revertir los recortes de la etapa de Artur Mas al frente del Govern.

La intención del Govern es presentar nuevos presupuestos, pero todavía no tiene el apoyo de ningún grupo para validarlos. A Junqueras le faltan 4.000 millones para cuadrar las cuentas, pese a que este año la Generalitat recibirá unos 2.000 millones más del modelo de financiación. El recorte del déficit público (800 millones) y del desfase sanitario (900 millones) se comerá casi todo el incremento de ingresos de una Generalitat intervenida por Hacienda. Ante esta situación, los grupos políticos proponen un abanico de medidas para aumentar ingresos.

La reforma del impuesto de sucesiones, que Junqueras ya ha avanzado que no va a tocar, une a las fuerzas de izquierdas del Parlament. La CUP y Catalunya Sí que es Pot reclaman una modificación a fondo del impuesto para que paguen más las rentas más altas, mientras que el PSC pide revertir la última reforma que aplicaron CiU y el PP. Además, el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, pide que se refuerza el control sobre el fraude fiscal en el impuesto de actos jurídicos documentados, que depende de la Generalitat.

Coscubiela reclama “acabar con la idea de que como no tenemos herramientas para mejorar ingresos, no podemos redefinir los gastos”. En este sentido, explica que la Generalitat puede replantear los conciertos a escuelas de élite -sólo a las del Opus Dei se destinan 25 millones anuales- y parte del gasto sanitario. “Hay una parte de la concertación privada en sanidad que es falso que ahorre dinero”, afirma. Y avisa: “Si el Govern no puede ni presentar los primeros presupuestos de una legislatura de 18 meses, ya se puede ir a casa”.

Por su lado, la diputada de la CUP Eulàlia Reguant explica que su grupo todavía está trabajando en un análisis en profundidad de las cuentas catalanas. Con todo, señala que quieren poner de relieve el debate sobre la deuda de la Generalitat y su pago. Según datos del tercer trimestre de 2015 del Banco de España, de los 68.088 millones de deuda de Catalunya, el 60% estaba en manos del Estado.

Además, Reguant apuesta por analizar el impacto de las tasas e impuestos que dependen de la Generalitat y, si es preciso, mejorarlas. No descarta plantear la recuperación de alguno de los impuestos anulados por el Constitucional, como el de los depósitos bancarios. Por el lado del gasto, advierte que el Govern debe empezar a revertir los recortes de los ejecutivos de Mas, que han reducido un 15% el gasto social respecto 2010.

Prioridades de la legislatura

De la comparecencia de Junqueras también se espera alguna referencia a la Hacienda catalana, el proyecto más importante de la legislatura. Por ejemplo, si comparte punto por punto el diseño de la nueva Hacienda encargado por Mas a varias consultoras. A día de hoy, con 324 trabajadores, el fisco catalán se encuentra lejos de las recomendaciones del Consell Assessor per a la Transcició Nacional, que fijó su plantilla entre 7.000 y 8.000 personas.

En este punto, Coscubiela advierte que si los presupuestos se convierten en una “carpeta B” para el plan de desconexión de JxSí, el Govern se tendrá que buscar otro interlocutor. El PSC también ha mandado avisos en la misma dirección. Por contra, Coscubiela insta a priorizar la “carpeta A”, esto es, los problemas sociales.

Por otro lado, Coscubiela explica que su grupo buscará un “frente común” en Catalunya, España y Europa para revocar la política de estabilidad fiscal -asumida por los gobiernos de CiU y el PP. También insta a Junqueras a participar “activamente” en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para cambiar el modelo de financiación y redistribuir los objetivos de déficit. A falta de cerrarse los datos definitivos, Catalunya triplicará el objetivo de déficit del 0,7% para 2015 que impuso Montoro, y se da por descontado que tampoco cumplirá con el objetivo del 0,3% de este año.

También el PSC y Ciutadans han reclamado a Puigdemont desde el inicio de la legislatura que proponga un nuevo modelo de financiación. Puigdemont cerró la carpeta de un plumazo el pasado miércoles en su primer pleno ordinario: “No encontraríamos a nadie”, aseveró.

Será la primera vez desde la restauración de la democrática que la Generalitat no lidere un cambio en la financiación autonómica. Puigdemont no sólo dijo 'no' a la oposición del Parlament; con sus palabras también restó puntos a la formación de un eje Mediterráneo que abra el melón de la financiación junto al País Valenciano y las Baleares, las comunidades más perjudicadas por el actual modelo junto a Catalunya.