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La obesidad infantil, más presente entre las clases desfavorecidas

La incidencia de la obesidad se ha multiplicado por dos en los últimos años y afecta de forma especial a la población más joven. En Catalunya uno de cada tres menores que tienen entre seis y doce años tiene sobrepeso y casi un 12% padece obesidad.

La obesidad infantil, causada por una acumulación anormal o excesiva de grasa, puede llegar a provocar graves problemas de salud. De hecho, tener obesidad infantil puede ser una causa de padecer sobrepeso de adulto. Pero más allá de las consecuencias que este factor de riesgo tiene para la salud, ¿cuáles son las causas de esta patología?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad está causada por el aumento de ingesta de alimentos hipercalóricos ricos en grasas, sal y azúcares y pobres en vitaminas, minerales y micronutrientes y por otra parte por un descenso en la actividad física, fruto de un estilo de vida cada vez más sedentario.

El consumo de alimentos y la frecuencia en que se practica ejercicio físico tiene mucho que ver con los hábitos de cada familia, como señala Luis Rajmil, miembro de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (AQuAS) y de la Sociedad Española de Salud pública y Administración Sanitarias (SESPAS).

“La obesidad infantil tiene un componente de desigualdad social muy importante, afecta tres veces más en familias con menor nivel de estudios”, explica Rajmil a Catalunya Plural.

“La obesidad infantil tiene mucho que ver con las condiciones, los recursos, los hábitos y las conductas, una serie de factores que van muy ligados con el acceso a los alimentos, la disponibilidad, la influencia de los medios, etc., y todo ello varía mucho dependiendo el nivel social de cada familia”, enfatiza este especialista.

Así se desprende de la Encuesta de Salud de Catalunya (ESCA) de 2014, que concluye que la prevalencia de la obesidad es más elevada entre los menores de 15 años de clases más desfavorecidas. Afecta a un 20,1% de los menores de clase más baja y un 20,2% de los niños que tienen una madre con sólo estudios primarios o sin estudios.

Según los mismos resultados en 2014 el 25% de los menores de 6 a 14 años no habían participado ningún día o casi ninguno durante todo el año en un juego que implicase esfuerzo físico, y el 22,2% de la población de 3 a 14 años tenía un ocio sedentario.

La doctora Elena Tort señala en un informe elaborado con la Diputación de Barcelona sobre obesidad infantil, que la comunidad en la que vive el menor, el entorno socioeconómico, educativo y el medio físico influyen a la hora de padecer sobrepeso. También señala que la publicidad a la que está sometida la sociedad también tiene mucho que ver con este problema. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que uno de los factores causantes de la obesidad es la promoción intensiva de alimentos y bebidas hipercalóricas para niños.

“Todo esto está muy relacionado con los hábitos de consumo que tienen mucho que ver con la oferta” explica el Rajmil, y dice que las empresas productoras de este tipo de productos hipercalóricos tienen parte de la responsabilidad. “Cada vez la gente más joven hace menos dieta mediterránea y más dieta promocionada por las grandes corporaciones”, puntualiza.

La crisis económica y la obesidad infantil

Con todo, Luis Rajmil explica que no hay suficientes evidencias que indiquen si la obesidad infantil aumenta con la pobreza infantil fruto de la crisis económica, pero dice que la prevalencia de la obesidad ha aumentado mucho más en países como los nuestros y menos en los nórdicos. “Con lo que quizás si que tiene que ver con la situación económica”, señala.

Según un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) de 2014 que alerta de la prevalencia de la obesidad, un 18% de la población padece esta patología. El informe dice que la crisis ha forzado a muchas familias a cortar el gasto en comida y ajustar los presupuestos para alimentación, lo que ha incentivado a las familias a comprar comida más barata y menos saludable. Dice, por ejemplo, que en el Reino Unido el gasto en alimentación decreció en un 8,5% mientras el consumo de calorías aumentó en un 4,8%. Esto, explica Rajmil, ha pasado menos en países como España porque hay muchas entidades sociales que han contribuido a compensar la falta de alimentos.

Con todo, el informe de la OCDE señala que entre 2008 y 2013 ha disminuido ligeramente el gasto en frutas y vegetales en países como Grecia, Italia, Portugal o España.

El documento concluye que la gente con un nivel educativo inferior y con un status socioeconómico más bajo tienen más posibilidades de ser obesos, y que es un problema que afecta generalmente más a las mujeres que a los hombres.

La Doctora Elena Tort, recogiendo datos de la ESCA de 2013, explica en su informe que el 75,3% de la población de 3 a 14 años hace un bajo consumo de productos de elevado contenido calórico, consumiéndose los tres veces a la semana. Con todo, los productos con azúcar como pastas, donuts, bollicaos o carmamelos son los que se consumen con más frecuencia (14,6%), seguido de las bebidas azucaradas (11,9%) y los tentempiés o comidas saladas (6,3 %). Y explica que entre los menores de las clases sociales más acomodadas o entre los que tienen madres con estudios universitarios el consumo de comida hipercalórica es menor.

Un problema incidente en países desarrollados

“La obesidad infantil es un problema muy importante de salud pública, que ha ido aumentado en los últimos años”, resalta Luis Rajmil a Catalunya Plural.

En 2014 más de 1.900 millones de adultos tenían sobrepeso, en total, un 13% de la población adulta eran obesos. En 2013 42 millones de menores de cinco años tenían sobrepeso, según la OMS.

La organización internacional dice que la prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014. Y explica también que el incremento porcentual del sobrepeso y la obesidad en niños ha sido un 30% superior en los países desarrollados.

La OMS recuerda que la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial y señala que al menos 2,8 millones de personas mueren a causa de la obesidad o el sobrepeso.

La muerte sería la consecuencia peor de esta patología, pero la obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de obesidad en la edad adulta, a una muerte prematura y a una discapacidad. Los niños que sufren este problema tienen más riesgo de sufrir dificultades respiratorias, fracturas o hipertensión.

“Tener sobrepeso no es una enfermedad pero es un factor de riesgo, a largo plazo puede generar problemas cardiovasculares, más diabetes y menos esperanza de vida”, dice por su parte Rajmil. Y lamenta que el aumento de la obesidad infantil “conllevará que la siguiente generación sea menos sana que la anterior”.

La incidencia de la obesidad se ha multiplicado por dos en los últimos años y afecta de forma especial a la población más joven. En Catalunya uno de cada tres menores que tienen entre seis y doce años tiene sobrepeso y casi un 12% padece obesidad.

La obesidad infantil, causada por una acumulación anormal o excesiva de grasa, puede llegar a provocar graves problemas de salud. De hecho, tener obesidad infantil puede ser una causa de padecer sobrepeso de adulto. Pero más allá de las consecuencias que este factor de riesgo tiene para la salud, ¿cuáles son las causas de esta patología?