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Decenas de miles de personas marchan por Barcelona para denunciar que “se lo están cargando todo”

“Se lo están cargando todo” era el lema de la pancarta inicial. La manifestación del 1 de mayo ha servido, en Barcelona al menos, para poner de manifiesto la amplitud del frente del descontento provocado por las políticas de austeridad: los sectores de la enseñanza, la sanidad, los servicios públicos, las organizaciones juveniles y las asambleas de barrios han convergido con los trabajadores en una marcha formada por decenas de miles de personas, 160.000 según los sindicatos organizadores, CCOO y UGT. USOC, aunque no convocaba, estaba presente con lemas propios y un nutrido grupo de afiliados.

Las grandes federaciones sindicales de ramas como la del metal o construcción y las sectoriales diversas se han unido a las empresas que sufren procesos de reducción de personal para mostrar el malestar de la gente que sufre las consecuencias de los recortes sociales. Además, muchos ciudadanos no encuadrados en ninguna organización hacían pública su mala leche con carteles personales hechos a mano: “A la mierda la troika”, “menos chorizos y más huevos” o “los bandoleros no están en la montaña, están entre los políticos y los banqueros”. Unos y otros llenaban la Via Laietana de Barcelona de punta a punta.

Este año a la reclamación de detener los recortes y, con ellos, las reducciones de derechos salariales, se le ha añadido la critica a la degradación de las condiciones de trabajo que se derivará de la no renovación de los convenios colectivos, a partir del próximo julio. Pero el principal llamamiento de ambos sindicatos ha sido el que instaba a la Generalitat a dar marcha atrás con los recortes y, con ello, devolver a la población los derechos sociales perdidos durante los últimos años de crisis.

Josep Maria Álvarez, secretario general de UGT, antes de iniciar la manifestación ha declarado: “la próxima semana nos reuniremos con CCOO para planificar una acción general que se podría hacer en julio”. Esta fecha es la que los sindicatos consideran que marcará la posibilidad de renovar convenios colectivos o que su vigencia decaiga y se pierdan los derechos históricos que incluyen dichos acuerdos.

El secretario general de CCOO, Joan Carles Gallego, ha considerado que la política de austeridad tiene como objetivo que los poderes económicos incrementen su tasa de ganancias y acumular más poder y riqueza en pocas manos y en perjuicio de la mayoría.

Los sindicatos también han convocado manifestaciones en Girona, Lleida, Tarragona y Tortosa para reclamar un cambio de políticas económicas que garanticen el crecimiento y no perjudiquen más el empleo.

Saltarse la ley de estabilidad

Gallego ha abogado por “saltarse las ley de estabilidad financiera y trabajar para incrementar ingresos con una reforma fiscal integral y profunda”. Igualmente Álvarez ha apostado por obviar los límites de austeridad impuestos por el gobierno central a la Generalitat y ha llamado a hacerles frente elaborando los presupuestos que hacen falta en Catalunya.

El secretario general de UGT ha hecho un link en su intervención relacionando las políticas que reducen los derechos laborales con la situación que se ha dado en Bangladesh recientemente, donde más de 300 personas han muerto bajo los escombros de una fábrica.

Los líderes de UGT y CCOO, en sus respectivos discursos, se han referido también al proceso político iniciado en Catalunya en torno al derecho a decidir. Ambos se han mostrado favorables a la consulta, pero Gallego ha dejado claro que “en Cataluña los derechos sociales y nacionales deben avanzar en paralelo”.

La izquierda parlamentaria, presente

Además de las organizaciones sindicales, los partidos de izquierdas han movilizado afiliados y dirigentes. ICV-EUA ha participado con grupo propio con Joan Josep Nuet, Jordi Guillot, David Companyon y Enric Gomà, entre otros. El PSC también tenía cortejo propio con su primer secretario, Pere Navarro, y el ex delegado del gobierno central en Cataluña, Joan Rangel. ERC aunque se ha adherido a la marcha no tenía grupo diferencial, aunque se manifestó ante la delegación del Gobierno central en Barcelona.

Sin despliegue de Mossos

Contra lo que se podía esperar, no hubo despliegue de fuerzas de orden público esta mañana. Y tampoco incidentes. Si unas horas antes cientos de agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra prácticamente ocuparon el barrio de Gracia, donde la CUP, grupo con presencia parlamentaria, entre otros colectivos, había convocado una manifestación, en Via Laietana hoy entre una multitud indignada sólo se ha podido ver la Guardia Urbana.

“Se lo están cargando todo” era el lema de la pancarta inicial. La manifestación del 1 de mayo ha servido, en Barcelona al menos, para poner de manifiesto la amplitud del frente del descontento provocado por las políticas de austeridad: los sectores de la enseñanza, la sanidad, los servicios públicos, las organizaciones juveniles y las asambleas de barrios han convergido con los trabajadores en una marcha formada por decenas de miles de personas, 160.000 según los sindicatos organizadores, CCOO y UGT. USOC, aunque no convocaba, estaba presente con lemas propios y un nutrido grupo de afiliados.

Las grandes federaciones sindicales de ramas como la del metal o construcción y las sectoriales diversas se han unido a las empresas que sufren procesos de reducción de personal para mostrar el malestar de la gente que sufre las consecuencias de los recortes sociales. Además, muchos ciudadanos no encuadrados en ninguna organización hacían pública su mala leche con carteles personales hechos a mano: “A la mierda la troika”, “menos chorizos y más huevos” o “los bandoleros no están en la montaña, están entre los políticos y los banqueros”. Unos y otros llenaban la Via Laietana de Barcelona de punta a punta.