La propuesta de la candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs, para desempolvar la declaración de independencia de octubre de 2017 se ha topado con un rechazo unánime del resto de partidos. El de los contrarios a la secesión se daba por descontado, pero también se han sumado a las críticas ERC y la CUP, las formaciones con las que Borràs quería poner de nuevo en marcha la vía unilateral si el independentismo supera este 14F el 50% de los votos.
El primero en contestar a Borràs ha sido el vicepresidente de la Generalitat en funciones y candidato de ERC, Pere Aragonès. “La independencia no es cuestión de declaraciones y de retórica”, ha afeado a Borràs el candidato republicano. En su opinión, la independencia se consigue “hablando claramente al mundo y ganando elecciones una y otra vez con más del 50% de votos”.
“Hay quien dice equivocadamente que la Generalitat es una gestoría. Pues cuando nos impusieron el 155 ya vimos lo importante que era que la Generalitat estuviera gobernada por catalanes y no por la Moncloa”, ha reprochado Aragonès a Junts. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, se ha sumado a la enmienda a Junts: “La república catalana no se declara y ya está, se construye estratégicamente”.
De esta forma ha quedado enterrado el guante de seda entre ERC y Junts que había protagonizado el primer debate de campaña, en el que ambos partidos, pese a su pugna por liderar el debate independentista, habían evitado los ataques directos. La propuesta de Borràs ha vuelto a poner de manifiesto que Junts y ERC no comparten estrategia pese a estar en el mismo Govern: los republicanos han aparcado el conflicto con el Estado y abogan por sumar mayorías amplias mientras Junts se reafirma en cada acto de campaña en su “compromiso” con el 1 de octubre y vuelve a prometer la vía unilateral.
La propuesta de Borràs tampoco ha caído bien en la CUP. El cabeza de lista de los anticapitalistas por Lleida, Pau Juvillà, ha defendido que “solo levantando la DUI” no se consigue la independencia y ha pedido consensuar con los partidos un plan “concreto” y “realista” y contar “con mucha más gente” para materializar la secesión.
También han rechazado la propuesta de Junts sus antiguos compañeros del PDeCAT, que ahora se presentan en solitario al 14F con una enmienda a la totalidad de la vía unilateral. La número dos del PDeCAT por Barcelona, Joana Ortega, ha acusado a Junts de “falta de respeto” a las instituciones y de generar “frustración” al plantear “las mismas promesas” sobre la independencia. “Sirven para agitar, pero ni para gobernar”, ha sentenciado Ortega sobre Junts.
La propuesta de Borràs para “activar” la DUI no salía del terreno del simbolismo político en el que permanece instalado el procés. Se trataría, según dijo este sábado la exconsellera, de que el Parlament votase “una resolución que constate la mayoría a favor de la independencia y ”ratificar la vigencia de la declaración de soberanía de 2013, la del inicio del procés de 2015 y la de la independencia de 2017“. La DUI no llegó ni a publicarse en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC), por lo que no pudo ser objeto de recurso al Constitucional, y Borràs tampoco ha dicho que quiera publicarla, ahora sí, de forma oficial.
Entre los partidos de la oposición, el líder del PP, Pablo Casado, ha criticado este domingo desde Badalona la propuesta de Junts y ha pedido el voto para el líder popular catalán, Alejandro Fernández, pues a su juicio es la “única vacuna real contra el independentismo” frente a un PSC que ha tildado de “aliado del procés para seguir en la Moncloa”. Casado intenta así aunar el voto de la derecha no independentista este 14F en un contexto en que las encuestas indican que el PP catalán no acaba de despegar –Vox, de hecho, le pisa los talones.
“Junts dice que lo volverán a hacer, que harán una DUI si llegan al gobierno. Estos son con quienes pactan Sánchez e Illa. Ya pactaban cuando la gente se estaba contagiando de coronavirus”, ha terciado Casado. Por su lado, desde Lleida, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha amenazado con la cárcel a los independentista: “Si los golpistas lo vuelven a hacer, Vox los volverá a llevar a los tribunales y volverán a entrar en prisión”. Y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha abogado desde Barcelona por centrar en Ciudadanos el voto contrario a la independencia para “no dar opción” tanto a un tripartito entre PSC, ERC y 'comuns' como a un nuevo Govern de Junts y ERC.
Si en 2017 fue Ciudadanos, el partido que este 14F capitaliza el voto contrario a la independencia es el PSC, única formación en disposición de convertir a su candidato en el primer president no independentista en una década. Casado se ha revuelto este domingo contra esta situación y se ha esforzado en remarcar que el PP es el “único voto seguro” para que el PSC no pacte con ERC, una circunstancia que de momento socialistas y republicanos descartan.
Los socialistas, por boca de su candidato, Salvador Illa, han criticado a los independentistas por “perseguir espejismos” y vivir “en la política ficción”, y han seguido situándose como la única opción real de cambio en la Generalitat. Por su lado, la líder de los 'comuns', Jéssica Albiach, se ha sumado a la censura a Borràs y a Junts, de quien ha dicho que es un partido “con una deriva cada vez más 'trumptista'”.
Los 'comuns' han insistido un pacto con el PSC y ERC en la Generalitat, pero los socialistas, además de descartarlo, han entrado por primera en campaña en el cuerpo a cuerpo directo con sus aliados naturales. “Los 'comuns' se presentan como el complemento ideal de ERC. Lo lamentamos. Una cosa es pactar y la otra convertirte en el agente comercial del partido con el que pactas”, ha lanzado la vicesecretaria del PSC, Eva Granados.