Si la política está llena de gestos, este es uno de ellos. Sólo ERC, además de CiU, se ha conformado con la dimisión del Comisario de Recursos Operativos , Sergi Sala. El resto de formaciones políticas, desde la CUP hasta el PP, han pedido la dimisión de Felip Puig, entendiendo que él es el máximo responsable de los Mossos y debe asumir sus responsabilidades. El portavoz de ERC, Oriol Amorós, ha reclamado “un cambio en las políticas de gestión del orden público, la prohibición del uso de pelotas de goma y el cumplimiento de la normativa de identificación visible de los agentes”. Pero ni una palabra de la dimisión de Felip Puig. El resto de formaciones han lamentado que la imagen de la policía ha quedado dañada, después de que el conseller Felip Puig compareciera delante de Diputació Permanent del Parlament asegurando que sólo se habían disparado proyectiles en la Vía Laietana, excluyendo así el Paseo de Gracia, que es donde Ester Quintana recibió el impacto que le provocó la pérdida de visión del ojo izquierdo. Cuatro días más tarde salía a la luz que los Mossos tenían un informe e incluso un video que demostraba que se había disparado en otros sitios, incluido el Paseo de Gracia. Para algunos partidos, este error evidencia que Felip Puig no tiene el control del cuerpo y también tendría que dimitir y comprometerse a no optar a esta cartera en el próximo gobierno, que están negociando CiU y ERC.
El mismo Oriol Amorós aseguró el lunes que en las negociaciones no se habla de nombres ni de cargos, sino que se discute sobre la fecha del referéndum de autodeterminación y de la inclusión de nuevos impuestos para las rentas más altas. La información sobre la evolución de las negociaciones llega en cuentagotas y muchas veces se desmiente poco después. A penas se puede asegurar que avanzan por el buen camino, algo que queda demostrado por el gesto que han tenido los republicanos con el conseller del Interior, que muy posiblemente no repetirá en el cargo. Cuando los periodistas le han preguntado esta mañana a Felip Puig si renunciaba a ser de nuevo el conseller del Interior, este se ha limitado a responder que su caso personal es “intransigente” y no ha aclarado si quiere seguir o no. De mantenerse en el cargo, ERC tendría que soportar muchas críticas y quedaría en evidencia delante de su militancia.
El otro partido que también se ha conformado con la dimisión de Sergi Sala ha sido CiU. Su portavoz en el Parlament, Jordi Turull, ha celebrado la comparecencia de Puig y ha lamentado “el uso partidista y sesgado de algunas formaciones, a pesar del detalle en la información que ha aportado el conseller”.