Que ERC acabe apoyando la reforma laboral impulsada por el Gobierno con el apoyo de los sindicatos mayoritarios y la patronal es, en este momento, “muy difícil”. Así lo ha calificado el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en una entrevista en La Hora de La 1, donde el republicano ha subrayado sus diferencias con algunos de los puntos del nuevo marco laboral. “Nuestro planteamiento era la derogación de las reformas laborales, y en estos momentos no estamos ante una derogación”, ha dicho. Pese a esto, Aragonès ha dejado claro que su partido negociará con el Gobierno para tratar de llegar a un acuerdo en este ámbito.
El president ha aprovechado su paso por Madrid para mantener una reunión informal con la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, con la que cenó este miércoles. Según ha explicado el jefe del Govern, con la líder de Unidas Podemos habló de “todo el contexto político general”, incluida la reforma laboral, aunque ha sostenido que la negociación sobre este asunto corresponde a los grupos parlamentarios.
Con todo, y en pleno inicio de las negociaciones sobre la nueva legislación laboral, Aragonès ha expuesto la postura de ERC, marcando distancias respecto al actual texto pero en una posición más flexible a la que mantienen algunos de sus socios, como Bildu. Los independentistas vascos ya revelaron esta semana que su condición de mínimos era que se recuperase la indemnización por despido de 45 días por año trabajado. Los republicanos también señalan esta, pero a la vez otras prioridades, como la prevalencia de los convenios territoriales o la mejora de los salarios de tramitación.
Otra de las cuestiones que Aragonès ha puesto en primer plano es recuperar para el Govern la capacidad de autorizar o denegar los ERE. Según ha explicado el independentista, esta es una cuestión muy importante para ellos “no desde el punto de vista de ERC sino como Govern de Catalunya”. “Queremos ejercer nuestras responsabilidades ante situaciones como el cierre de empresas”, ha dicho, pues en su opinión la competencia para autorizar o denegar despidos colectivos es “una herramienta importante para poder mediar y encontrar soluciones”.
En paralelo a Aragonès, también el jefe de filas republicano en Madrid, Gabriel Rufián, se refirió este miércoles a la negociación sobre la reforma laboral. En una entrevista en la Cadena Ser el diputado en el Congreso aseguró que su partido trabajará para un acuerdo pero no dará “un cheque en blanco” al Gobierno. Rufián recordó además que, más allá del acuerdo con los sindicatos y sectores económicos, la legislación necesita mayoría en la Cámara para salir adelante, por lo que se sorprendió de que el Gobierno no haya hablado con ellos sobre este asunto en los últimos nueve meses.
El diputado respondió también al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quien había considerado que ERC tendría difícil explicar un voto negativo a la reforma laboral, teniendo en cuenta que así se mantendría el marco legislativo del PP. En reacción a esto, Rufián criticó que la reforma laboral sean como las “lentejas, o las tomas o las dejas” y aseguró que su cometido en mejorar la agenda legislativa del Gobierno. “Pedimos que cumplan sus compromisos”, aseguró el republicano.