Un error de la Fiscalía ha provocado la suspensión del juicio contra una joven acusada de estampar un vaso en la cara de un hombre que antes supuestamente la habría manoseado en una discoteca. El caso de denuncias cruzadas no tiene fecha nueva para sustanciar la vista.
Ante la sección 5ª de la Audiencia de Barcelona estaba convocado este lunes el juicio contra una joven a quien la Fiscalía pide dos años de cárcel por estampar un vaso contra la cara de un chico que le habría metido mano bajo la falda en una discoteca en 2017. El Ministerio Público solicita menos pena –15 meses de cárcel por abuso sexual– para el acusado que para la acusada, de quien descarta que actuara en legítima defensa.
Al inicio de la sesión, la fiscal del caso ha pedido suspender el juicio al constatar un “error material” en su escrito de acusación. El error del Ministerio Público se limita exclusivamente a la modalidad del delito de lesiones por el que acusa a la joven, que en cualquier caso se sigue enfrentando a una pena de dos años de cárcel.
En concreto, el Ministerio Público ha retirado la acusación contra la joven por el delito de lesiones que castiga la pérdida o deformidad de un órgano del cuerpo, manteniendo el tipo básico de lesiones recogido en el artículo 147 del Código Penal.
Tanto la defensa de la joven como la del hombre acusados han estado de acuerdo con la suspensión del juicio. Las dos abogadas de los acusados también han pedido que el futuro juicio en un juzgado de lo penal de Barcelona se celebre a puerta cerrada después de quejarse ante la prensa de que los periodistas quisieran cubrir el juicio.
En suma, será un juzgado de lo penal el que tenga que establecer la verdad judicial sobre lo que ocurrió el 14 de octubre de 2017 en el interior de la discoteca Salamandra de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Según la Fiscalía, el joven acusado metió mano bajo la falda a la mujer investigada, que le dio un empujón para apartarlo.
La reacción de la mujer, continúa la Fiscalía, provocó un forcejeo entre ambos en el que el acusado agarró fuertemente por el cuello a la joven, quien luego le golpeó en la cara con un vaso de vidrio que llevaba en la mano. Las lesiones más graves las sufrió el hombre acusado, según consta en los pares médicos: el joven tuvo una contusión en la cara, muy cerca del ojo, y heridas inciso-contusas que requirieron puntos de sutura.
El golpe con el vaso de cristal supone, para la Fiscalía, un delito de lesiones mientras que la agresión sufrida por la mujer cuando el acusado la agarró por el cuello constituye un delito leve de lesiones, castigado únicamente con penas de multa, dado que la cervicalgia que le provocó requirió únicamente una primera asistencia facultativa.
La Fiscalía acusa de un delito de abuso sexual y otro leve de lesiones al presunto acosador, por lo que además de los 15 meses de cárcel le pide una multa de 1.800 euros y que indemnice a la mujer con 330 euros. Para ella, reclama 2 años de cárcel y que pague al coacusado una indemnización de 1.400 euros por las lesiones sufridas.
En cambio, para el resto de partes los hechos ocurrieron de forma distinta. La defensa de la joven mantiene que no arrojó vaso alguno al hombre, sino que su lesión se produjo tras el forcejeo entre los dos y que el chico la agarrara del cuello, cuando diversas personas quisieron defender a la chica y hubo una pelea en la discoteca. Por eso la acusada tampoco alega legítima defensa y se limita a pedir la absolución para ella y 15 meses de cárcel por abusos para el hombre.
Por su lado, la defensa del joven niega el abuso sexual y pide tres años de cárcel para la joven al considerar que el golpe con el vaso estuvo a punto de reventarle el ojo. Ambos coacusados y coacusadores, que este lunes no han mostrado intención alguna de pactar, tendrán que volver a encontrarse en un juicio que todavía no tiene fecha.