El escritor Ildefonso Falcones se sienta desde este miércoles en el banquillo acusado de defraudar a Hacienda 1,4 millones de euros de los beneficios de sus libros superventas, entre ellos 'La Catedral del Mar' entre los años 2009 y 2011, cediendo supuestamente los derechos de autor a un entramado de sociedades radicadas fuera de España. Para ello, según ha explicado en la primera sesión del juicio uno de los inspectores de Hacienda que lo investigaron, el matrimonio transmitió los derechos de autor de los libros superventas a una serie sociedades superpuestas, algunas de ellas con sede en paraísos fiscales, a través de contratos “opacos”.
En el Juzgado de lo penal número 25 de Barcelona se ha iniciado este miércoles el juicio contra el escritor superventas y su esposa, para quienes la Fiscalía pide nueve años de prisión y 2,9 millones de euros en multas por tres delitos contra Hacienda, por evadir impuestos de los beneficios obtenidos por sus principales obras, informa EFE. Además del escritor, la Fiscalía dirigía inicialmente su acusación contra su hermano Rafael, recientemente fallecido, puesto que lo considera pieza “imprescindible” en el entramado societario investigado y, como han apuntado hoy algunos testigos, era además quien se encargaba de las gestiones económicas del autor.
Según mantienen la Fiscalía y la Abogacía del Estado, acusación particular en la causa, entre los años 2009 y 2011 los ingresos económicos de Falcones -que es abogado de profesión- y su esposa estuvieron constituidos en su mayor parte por los rendimientos derivados de la explotación de los derechos de autor de 'La Catedral del Mar', 'La Mano de Fátima' y 'La Reina Descalza'. Para evitar el pago de sus obligaciones tributarias, añaden las acusaciones, el matrimonio transmitió los derechos de autor a sociedades radicadas en el extranjero -Irlanda, Chipre o las Islas Caimán- de las que formalmente parecían desvinculados, aunque “de facto” eran controladas por ellos.
Otro de los presuntos fraudes que la Fiscalía atribuye al matrimonio es que utilizaran una empresa interpuesta para comprar su vivienda habitual en Barcelona, valorada en 1,9 millones de euros, que posteriormente fue arrendada por la sociedad Bufete Falcones y cedida como disfrute a la esposa del escritor.
No es esta la única causa por delitos contra la Hacienda pública del autor de 'La Catedral del Mar': desde el año pasado otro juzgado de Barcelona lo investiga por un presunto fraude fiscal similar relativo a los ejercicios de 2013 y 2014.
En la primera sesión del juicio, que prosigue mañana con las pruebas periciales, ha declarado quien fuera la agente literaria de Falcones y, como tal, participó en la firma del contrato con la editorial Random House para publicar 'La Catedral del Mar'. Según la testigo, fue el hermano del escritor quien comunicó que los contratos con la editorial debían firmarse con una serie de sociedades mercantiles y no con el propio autor, una mecánica “inusual” en opinión de la agente literaria: “lo habíamos hablado con Rafa, le dije cuidado con esto”, ha añadido.
Tras destacar que 'La Catedral del Mar' tuvo un éxito “sorprendente” y que “nadie podía pronosticar” que se convertiría en un superventas mundial, la testigo ha señalado que fue el hermano del escritor el que le daba las instrucciones sobre asuntos económicos relacionados con la obra. En la misma línea se han manifestado la responsable de derechos de autor de Random House -“con Ildefonso hablábamos de cuestiones editoriales pero el tema económico lo llevaba Rafael”- y la directora de administración de la compañía.
Aunque Falcones y su esposa no declararán hasta el final del juicio, que previsiblemente finalizará el próximo viernes, su abogado, Emilio Zegrí, ha recordado este miércoles que el propio Rafael “asumió sus actos” ante el juez instructor y ha pedido que se visione su interrogatorio, en lo que se adivina será la línea de defensa que esgriman los procesados.
Este jueves comparecerán en el juicio los peritos que analizaron los ejercicios tributarios bajo sospecha, pero hoy ya lo ha hecho uno de los dos actuarios que investigaron al matrimonio, quien se ha ratificado en las conclusiones de su informe y ha mantenido que las sociedades que compraron los derechos de las obras de Falcones no tenían actividad ni ofrecían ninguna contraprestación, además de estar “regidas por testaferros”.
El inspector ha precisado además que el matrimonio se acogió a la amnistía fiscal de 2012 para aflorar 195.000 euros cada uno por rentas no declaradas en el año 2009 procedentes de los beneficios obtenidos con los derechos de autor. Otros testigos de la primera jornada del juicio han sido los responsables de las reformas que se llevaron a cabo en la vivienda del escritor, quienes han explicado que sus facturas las pagaba “una empresa de Madrid” aunque las instrucciones sobre las obras se las daban el escritor y su mujer. Lo ha detallado el operario que instaló el parqué en la casa de los Falcones, quien se ha quejado de que tuvo que hacer un descuento a la pareja ya que estaba disconforme por un desperfecto en uno de los peldaños de la escalera: “acepté, porque si no, no cobraba”, ha señalado con cierto resquemor.