Eve Galimany (Barcelona, 1975) es bióloga e investigadora del Institut de Ciències del Mar (perteneciente al CSIC). Está especializada en contaminación marina, aunque desde hace años trabaja también en la monitorización de los recursos pesqueros de Catalunya. Esto último lo hace con el Institut Catalán de Investigación para la Gobernanza del Mar (ICATMAR), el organismo de asesoramiento científico para la dirección general de Política Marítima y Pesca Sostenible de la Generalitat.
Galimany sigue estos días con atención la negociación en Bruselas para recortar la actividad de la pesca de arrastre en el Mediterráneo, una medida que ha puesto en pie de guerra a las cofradías españolas. La propuesta de la Comisión Europa conllevaría una reducción de 130 a 27 días anuales para salir a faenar, lo que desde el sector aseguran que sería una condena de muerte dado que esta técnica, que llevan a cabo 556 embarcaciones en España, supone un porcentaje decisivo del volumen anual de capturas.
Galimany, que con su equipo ha asesorado a menudo tanto a pescadores como a la propia Comisión Europea, considera que la propuesta de Bruselas está demasiado desconectada de la realidad pesquera local. Coincide en que el sector no podrá asumirla. Y propone alternativas para reducir los perjuicios del método del arrastre, que conoce bien. Además, advierte que los datos que recaba ICATMar de aguas catalanas sobre el estado de algunas especies, como la merluza o el salmonete, no coinciden con los que maneja la UE.
¿Cuáles son los perjuicios de la pesca de arrastre y por qué se busca reducir su utilización en la costa mediterránea?
Este tipo de pesca es la que daña más los ecosistemas marinos, porque arrastra por encima del fondo del mar. No es tanto la red en sí, sino que al abrirla hay dos plataformas, las puertas, que se clavan en el fondo y dejan surcos. Esto desestructura el fondo marino. En los 90 hubo algo parecido a un 'venga, pescad tanto como queráis', y fue muy destructivo. Pero desde entonces esto ha ido cambiando. Hay una regulación que no es precisamente fácil de saltarse, y que tiene que ver con potencia de motor, tamaño del barco, de las redes, de las puertas o la profundidad. Ahora es una pesca que está más controlada.
¿Es también el método que más contribuye a la sobrepesca de determinadas especies, o al llamado rendimiento máximo sostenible?
Después de tantas décadas sin una buena gestión pesquera, se quiso imponer este plan desde Europa que pretendía en cinco años pasar de un ecosistema explotado a uno con este rendimiento máximo sostenible. Pero esto biológicamente es difícil. Las especies necesitan más tiempo para conseguirlo. Vienes de ecosistemas demasiado desestructurados. Cinco años no es un plazo realista.
Después de décadas sin una buena gestión pesquera, Europa pretende en cinco años pasar de un ecosistema explotado a uno con el rendimiento máximo sostenible, pero no es realista
¿La propuesta de recorte de la pesca de arrastre por parte de Bruselas es demasiado drástica?
Es drástica. Estas evaluaciones pesqueras se hacen con unos modelos matemáticos, a partir de datos biológicos, que nos dicen si una especie está bien o no y, por lo tanto, si hay suficiente para pescar. Pero nosotros vemos incongruencias a varios niveles con esos modelos. Hay otros que nos dan otra información, y esto es un gran problema. Por eso creo que sería importante parar y mirarlo bien antes.
¿Con esto quiere decir que sus cálculos, a diferencia de los de Bruselas, les llevan a concluir que la situación no es tan grave para determinadas especies?
Lo que vemos nosotros es que según algunos modelos, la situación es muy grave. Y según si aplicas otros, no lo es tanto.
Póngame un ejemplo para entenderlo.
La merluza, sin ir más lejos. Hay modelos que dicen que está muy mal, pero otros nos dicen que se está comenzando a recuperar. Este contraste, sumado al hecho de que la merluza es una de las especies que todavía es de las más capturadas en los puertos, nos dice que hay algún problema con el modelaje y la información [de la Comisión Europea]. Y nos pasa algo parecido con el salmonete. Antes de adoptar una medida tan drástica, que implica desestructurar el sistema socioeconómico de la pesca mediterránea, se tendría que parar y adoptar otras medidas que sabemos que funcionan sin rebajar los días de pesca.
Antes de adoptar una medida que implica desestructurar el sistema socioeconómico de la pesca mediterránea, pedimos que no se rebajen los días de pesca y que se adopten otras medidas que funcionan
Ahora le preguntaré por las alternativas, pero antes le pregunto por el recorte. El sector pesquero denuncia que para ellos es una sentencia de muerte. ¿Usted está de acuerdo?
Sí, es insostenible. Y no solo el sector, sino todo lo que implica: cofradías, pescaderías, restaurantes… Porque el arrastre es la pesca que conlleva más beneficios económicamente.
¿Y eso no significa que la pesca es demasiado dependiente del arrastre?
No sé si lo diría así. Como es un arte de pesca poco selectivo, pues sacas muchas más especies que puedes vender en una lonja. Otras artes son más sostenibles, pero son más dirigidas a algunos peces en concreto. La pesca de cangrejo azul es de cangrejo azul y nada más. O la de pulpo. El arrastre es multiespecífico. Es la más rentable y la que genera más economía para el sistema pesquero, aunque tampoco es que se forren.
Usted, de hecho, publicó recientemente un estudio que detectaba que el 25% de lo que se pesca con arrastre se descarta y se tira.
Es 25% se desecha, sí. Hay otros países en los que este porcentaje es el doble. Una forma de reducirlo es incrementar el tamaño de los agujeros de las redes de pesca para ser más selectivo y dejar pasar los peces más pequeños. Esto lo hemos propuesto a Bruselas como compensación para no reducir tantos días de pesca. Pero tampoco en eso coincidimos. El cálculo que hacemos nosotros en cuanto a días de compensación es más del doble del que hacen ellos.
¿Qué otras alternativas existen para hacer la pesca de arrastre más sostenible con el ecosistema marino?
Que las llamadas puertas sean voladoras y no toquen el fondo del mar. Y crear más áreas protegidas en las que no se pueda pescar. Se pueden recuperar los mares sin prohibir la pesca de arrastre.
¿Los barcos pesqueros tienen ya a día de hoy esas mallas y puertas que menciona?
Hay algunas barcas que lo han incorporado, pero como la medida es voluntaria no tienen por qué hacerlo. La implementación es en general baja. Las conoce, pero no las han adoptado.
En cuanto a las zonas protegidas con veto de pesca, ¿están muy extendidas en España?
En Catalunya, que es el caso que conozco bien, se han cerrado varios caladeros para proteger a las especies más reguladas por Europa. Un 3% del terreno de pesca está protegido en Catalunya y allí el arrastre está prohibidísimo. Son las zonas donde la merluza va a poner huevos y donde crecen los pequeños, lo mismo con la gamba… Son las zonas en las que sabemos que hay el llamado reclutamiento.
Sin embargo, la entidad ecologista Seas at Risk señalaba hace poco que en el 90% de las zonas Natura 2000 marinas todavía se pesca con arrastre, incluido en España.
Pero es que las zonas Natura 2000 no son de prohibición de pesca. Cada una de estas áreas tiene un objetivo concreto, que puede ser la protección de tortugas, de cetáceos, de posidonia… Pero tiene nada que ver con la pesca. Esto la gente lo confunde.
Usted también menciona que las políticas de pesca no tienen en consideración los efectos de la emergencia climática.
Desde 2015, desde que la temperatura del mar está más caliente y no ha vuelto a bajar, la gamba blanca ha aumentado en densidad y abundancia. Es una especie a la que le gusta el agua caliente. Con otras pasa al revés. ¿Hasta qué punto se puede desligar qué es un efecto de la pesca y qué es del ambiente? Es muy complicado y tampoco eso se tiene en cuenta.
¿Hay especies que hayan disminuido debido al calentamiento?
Es una posibilidad con la cigala. Pero lo estamos estudiando, así que no lo podemos afirmar.
La gente no dejará de consumir este pescado y este marisco. Lo comprarán de otras zonas en las que a lo mejor no hay ningún tipo de regulación y con una huella de carbono gigante
¿Si se saca adelante la regulación planteada por Bruselas, dejará de haber pescado de proximidad en lonjas y mercados?
Claro, es que esto nos afecta a todos. Sin el arrastre, con el que se saca la mayoría de pescado en España, si ya cuesta encontrar especies de aquí en la pescadería, pues ya será dificilísimo.
Puede que sencillamente el mercado se abastezca de otros productores, ¿no?
Este es otro riesgo, claro, que la UE quizás no se ha planteado. La gente no dejará de consumir este pescado y este marisco. Lo comprarán de otras zonas en las que a lo mejor no hay ningún tipo de regulación, o donde sea más permisiva. Posiblemente, vendrá de aguas internacionales y más lejanas, con una huella de carbono gigante. O de explotaciones de acuicultura enormes. Las consecuencias pueden ser peores.
Sea como sea, y al margen de la regulación, la flota pesquera se ha reducido significativamente en los últimos 20 años. En Catalunya hay la mitad de barcos.
Esto se debe a que es un trabajo muy duro y que no hay relevo generacional. Los pescadores quieren que sus hijos vayan a estudiar a la universidad o que hagan cualquier otra cosa. Y además cada vez da menos dinero y hay más regulación y papeleo. Los pescadores se quejan de un exceso de regulación, pero yo creo que el problema es mayoritariamente de falta de relevo generacional.