La primera declaración de un imputado por el caso Pegasus ha sido problemática, larga y cargada de tensión. La exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban ha comparecido, por videoconferencia, ante el juez de Barcelona que la investiga por el espionaje al president, Pere Aragonès.
Pocos detalles han trascendido de lo declarado por Esteban. La razón estriba en la tensión que ha presidido la comparecencia, según fuentes conocedoras de la misma, después de trascender los primeros detalles sobre la razón que adujo el CNI y avaló el Tribunal Supremo para espiar a Aragonès.
Según el CNI, el dirigente de ERC era un supuesto líder “en la clandestinidad” de los Comités de Defensa de la República (CDR), un extremo inédito hasta ahora en las distintas causas judiciales que han investigado la actividad de estos activistas independentistas. La hipótesis con el papel institucional que siempre ha tenido Aragonès.
Tampoco cuadran las fechas del espionaje con la supuesta coordinación y jefatura de los CDR que el centro atribuyó a Aragonès. El dirigente independentista tuvo el teléfono totalmente intervenido por el programa Pegasus, un 'software malicioso' que permite incluso activar el micrófono del móvil, además de acceder a todo su contenido, entre julio de 2019 y enero de 2020. En medio de este período, se publicó la sentencia del procés y se celebraron elecciones generales, tras las cuales ERC negoció la investidura de Pedro Sánchez.
Por aquel entonces, ERC ya se había alejado de la estrategia de la confrontación que representaban los CDR, partidarios de la acción directa. Incluso los republicanos, y Aragonès como vicepresident del Govern, se las tenían con su jefe, el entonces president, Quim Torra, por su apoyo a la vía unilateral.
La publicación de los detalles sobre los motivos aducidos por el CNI para espiar a Aragonès ha motivado el enfado de la Abogacía del Estado, que defiende a Esteban. Según fuentes conocedoras, se han vivido momentos de tensión entre los abogados del Estado presentes en la declaración y la defensa de Aragonès.
La comparecencia, prevista para las 12h., se ha retrasado además casi dos horas debido a problemas técnicos de la videoconferencia con los juzgados de Madrid, desde donde Esteban ha declarado. Solventados los inconvenientes, la comparecencia se ha alargado una hora.
La declaración se ha producido solo 24 horas después de que el Gobierno remitiera los tres autos del Supremo que avalaron el ataque con Pegasus, que constituye la única documentación secreta relacionada con el espionaje a Aragonès que el Consejo de Ministros ha acordado facilitar.
El juez Santiago García, había requerido al Gobierno toda la información en manos del CNI relativa a la compra y uso de Pegasus y a las personas que intervinieron en el encargo, adquisición y recepción del programa, pero el Ejecutivo rechazó colaborar hasta este extremo con la investigación ya que, según argumentó, de dar estos datos se podría poner en peligro a las fuentes del CNI.
Esteban, que fue cesada a raíz del escándalo de Pegasus, admitió en el Congreso que el CNI espió a una veintena de políticos independentistas, entre ellos Aragonès, siempre con el aval del juez del Tribunal Supremo encargado del control de los servicio secretos, pero se desvinculó del resto de escuchas, hasta 65, denunciadas por los partidos soberanistas.