Las crisis se acumulan esta última semana en los Mossos d’Esquadra. El mismo día en que han tenido que suspender unas convocatorias a inspector por posibles irregularidades, y poco después de airearse la batalla interna entre los dos máximos responsables del cuerpo, ahora se ha conocido también que el exjefe de la División de Investigación Criminal, Toni Rodríguez, ha presentado una denuncia contra su cese en la que denuncia que le apartaron por negarse a facilitar información sobre investigaciones que afectaban a políticos.
En la última renovación de la cúpula de los Mossos, la que llevó a la destitución del major Josep Lluís Trapero, Rodríguez fue enviado a Rubí como jefe de la comisaría local, lo que fue visto dentro del cuerpo como una evidente degradación. El entonces jefe de Investigación asegura en la denuncia, que ha adelantado El País, que le apartaron del cargo sin justificación profesional. Y ha acusado al actual número 2 de la polícia catalana, Eduard Sallent, de haberle pedido copias de diligencias sobre investigaciones en marcha, como la que afectaba al mismo conseller de Interior, Miquel Buch, un caso que ya entonces estaba judicializado (la fiscalía le pide seis años de cárcel por pagar el escolta de Puigdemont).
Según el relato de Rodríguez, su negativa a facilitar los datos de la investigación provocó tensiones en la cúpula del cuerpo. Y a ello se le añadió otro controvertido episodio que atañe a políticos: el de las filtraciones en la causa sobre presunta malversación de la actual líder de Junts Laura Borràs. La filtración provocó que la jueza retirase la investigación de manos de los Mossos.
Rodríguez, que había pedido no ser destinado a Rubí, reclama ahora en la denuncia ser restituido en el cargo.
El destinatario de sus acusaciones, Eduard Sallent, ha sido precisamente uno de los protagonistas en la batalla interna vivida en la cúpula policial estos días. El comandante jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, pidió su cabeza como condición para seguir al frente de la policía. Con todo, y ante el ruido por el enfrentamiento, finalmente acabó mandando una carta a todos los agentes del cuerpo en los que trataba de atajar la crisis al asegurar que todo el equipo trabaja “junto”.
Tras desvelar elDiario.es las investigaciones de corrupción que tenían en marcha Trapero y su equipo y que se vieron comprometidas con la renovación de la cúpula, los partidos de la oposición acusaron al conseller de Interior, el republicano Joan Ignasi Elena, de haber llevado a cabo una purga en la policía. Este lo consideró “insinuaciones” con el objetivo de manchar la profesionalidad del cuerpo y atribuyó los cambios a la “movilidad” habitual en los Mossos.