Cuando el 25 de septiembre de 2011 las Plataformas de Afectados por la Hipoteca se manifestaron en todo el Estado, uno de los lemas más repetidos decía: “La dación, una solución”. Sin embargo, el caso de José Ángel y su familia, que volvieron a ocupar su piso después que el banco les concediera la dación, muestra que, como dice Elvi Mármol, de la PAH de Sabadell, “la dación en pago por sí sola no soluciona el problema, tiene que ir siempre acompañada del alquiler social”.
La plataforma convocaba ayer por la noche con urgencia una concentración para parar el desahucio de estos afectados del barrio de Can Puiggener, uno de los más desfavorecidos de la ciudad. Cerca de un centenar de personas ha acudido a la convocatoria y el desahucio finalmente no se ha ejecutado porque no se ha personado el procurador del banco, según explica Júlia València, también de la PAH, pero una orden “inminente” sigue pesando sobre la familia, que podría recibir otra fecha en cualquier momento.
José Ángel y su mujer tienen una hija de cinco años y otra de tan solo diez días. En 2011, después de cuatro años pagando la hipoteca, se vieron obligados a dejar de pagar. BBVA les concedió la dación en pago, pero entonces no tenían donde vivir. “Les pedimos que nos dejaran quedarnos aquí pagando una renta baja, pero nos dijeron que de ninguna manera”, cuenta.
Al dejar su vivienda se mudaron a un piso de 20m2 donde pagaban 200 euros al mes de alquiler. El primer mes se lo pagaron los servicios sociales. “Yo no les pedía dinero, solo que me dieran un trabajo, pero me dijeron que no podían porque no había trabajo, y les dije que entonces tenían que ayudarme”, recuerda el afectado. Sin ningún tipo de ayuda la familia no podía seguir en el piso, así que optaron por volver a ocupar el piso que había sido suyo y seguía vacío después de cuatro meses. Desde entonces ha pasado un año y la familia espera resistir.
Tres medidas imprescindibles
Elvi Mármol remarca que considera “imprescindibles” las tres medidas de la ILP que propone la PAH: La dación en pago retroactiva en los casos de vivienda habitual, la paralización de los desahucios y la reconversión del parque de viviendas vacías en un parque público de alquiler social. La plataforma considera que estas son medidas “de mínimos” para acabar con el drama de los desahucios y el endeudamiento de por vida, ya que la dación sin un alquiler social deja las familias sin alternativa.
“Tenemos constancia de que mucha gente está reocupando pisos”, cuenta Júlia Salvador. En Sabadell, la PAH ha ocupado dos edificios de Catalunya Caixa en los que viven 8 familias, pero además hay otra ocupación en la ciudad que, a pesar de no estar vinculada a la PAH, acoge a otras 18 familias, dice.
La PAH de Sabadell está menos habituada que otros núcleos de la plataforma a parar desahucios. “Tenemos la suerte de que la gente acude a nosotros con tiempo y podemos parar los procesos antes de llegar al desahucio”, cuenta Mármol. Sin embargo, dice que en los últimos 4 meses han tenido que parar más de una decena de ejecuciones. “Ahora somos más conocidos”, explica, y por eso más gente se acerca a la plataforma cuando se encuentra en este situación.