La Fiscalía ha pedido a la Audiencia de Barcelona mantener en prisión provisional al futbolista Dani Alves, acusado de agresión sexual, al persistir el riesgo de fuga. El exjugador del F.C. Barcelona está encarcelado desde el pasado 20 de enero.
Según han informado fuentes fiscales este lunes, la Fiscalía se ha opuesto a la petición de libertad provisional realizada la semana pasada por la defensa del futbolista al entender que “se mantienen” los indicios racionales de agresión sexual así como el riesgo de fuga.
Agrega el Ministerio Público que ninguna de las medidas alternativas a la prisión preventiva propuestas por Alves (que van desde una fianza, la comparecencia incluso diaria en el juzgado, la retirada de pasaporte, una orden de alejamiento de la denunciante o ponerse una pulsera telemática de monitorización) permite difuminar del todo el riesgo de fuga.
Una vez formalizado el rechazo de la Fiscalía y de la acusación particular de la víctima, la Audiencia de Barcelona deberá decidir en las próximas semanas si atiende la petición del jugador de esperar en libertad su juicio por la agresión sexual presuntamente ocurrida la madrugada del 31 de diciembre en la discoteca Sutton de la capital catalana. El jugador ha pedido al tribunal realizar una vista sobre la cuestión.
El pasado viernes comparecieron ante la jueza los primeros ocho testigos del caso, que avalaron con rotundidad la versión de la víctima. La prima y la amiga que acompañaban a la denunciante han mantenido que Alves las invitó, a través de un camarero de la discoteca, a tomar unas copas en el reservado del local, y que allí las abordó a ellas con intenciones sexuales antes de invitar a la víctima a entrar en el baño donde presuntamente la agredió sexualmente.
Según la denunciante, Alves le pidió que la acompañara a una sala del reservado donde se encontraban, que resultó ser un baño, aunque ella no lo sabía. Fue en ese baño donde presuntamente Alves la agredió sexualmente.
El futbolista, detalló la joven, usó la fuerza para consumar la violación, como corrobora el parte médico del Hospital Clínic, que atendió a la joven la misma noche de los hechos tras el aviso de la discoteca. En el centro hospitalario también se recogieron muestras biológicas que no hacen sino avalar la versión de la víctima.
Por ahora la defensa se ha limitado a alegar que las relaciones fueron consentidas. Sí ha abordado más la defensa lo ocurrido antes y después del cuarto de hora que denunciante y futbolista estuvieron en el baño. A juicio de los abogados de Alves, las imágenes muestran que Alves entra primero en el baño donde ocurrieron los hechos, y que a los dos minutos lo hace la víctima sin que el futbolista “le franquee el paso o abra la puerta”.
Es gracias a las imágenes que a la defensa le “asalta la duda” y le permite, en sus palabras, “dudar razonablemente de que también el relato de la denunciante de lo acontecido en la soledad de la pareja en el cubil del baño pueda estar también adornado de idénticos elementos de distorsión narrativa”.