La 'fórmula Iceta' para pescar voto moderado: orden y pragmatismo

La demoscopia pronostica que el PSC puede superar los 16 diputados que tiene actualmente en el Parlament. Pero no solo los sondeos son favorables a las expectativas socialistas. Si la calle aún es un termómetro, Miquel Iceta está comprobando que se le acerca gente para explicarle que por primera vez votarán al PSC.

“Son personas que me dicen que nunca hubiesen pensado que su voto sería para mí. Gente que me dice que lo hace porque me ven educado, respetuoso y comprometido en la búsqueda de una solución”, confiesa ante el respetable del Círculo Ecuestre, entidad de referencia para la burguesía económica catalana, que en otros tiempos aplaudió a Convergència, que siempre ha acogido con agrado al PP y que ahora recibe con entusiasmo a Ciudadanos.

Que un socialista arranque aplausos en este foro no es fácil. Pero Iceta este martes lo ha logrado con un discurso dirigido a atraer al catalanismo pragmático, ese que va desde el votante que no se siente cómodo con el discurso del PP y Ciudadanos al elector que se siente “frustado” por un independentismo que prometió mucho y no ha logrado nada.

Orden y pragmatismo. Esa es la receta del candidato del PSC, que, traducida a los mensajes de campaña, implica dejar claro que no investirá a Oriol Junqueras como presidente y que, a diferencia de los 'comuns', los socialistas no apoyarán la celebración de un referéndum de autodeterminación (“no daremos apoyo ni la abstención a nadie que quiera votar la separación”).

La casualidad ha querido que la presentación de su primera biografía, escrita por el periodista Raúl Montilla, coincida con el adelanto electoral. En el libro, Iceta se muestra más abierto a repetir la fórmula de un tripartito de izquierdas, aunque hay que tener presente que eso fue antes de que saltase por los aires el pacto entre el PSC y los 'comuns' en el Ayuntamiento de Barcelona.

“Depende de para qué -relata en el libro-. Los socialistas solo vamos a poder estar en un gobierno si es un gobierno que va a negociar y a resolver el problema. Si es para prolongar el proceso no estaremos. No me preocupan tanto los socios de gobierno como el objetivo político del gobierno. Si el objetivo es encontrar un buen acuerdo que dé más autogobierno, mejor financiación y que permita que los catalanes voten ese nuevo pacto, para eso sí; para otra cosa, no”.

Ese pacto del que habla pasa por una reforma de la Constitución o una del Estatut. “O incluso ambas”, añade. Él mismo reconoce que es fácil decirlo y complicado de hacerlo, pero insiste en que no hay otra salida.

Sin perdón

Pese a la dureza empleada contra el independentismo, que le lleva a recurrir a decir que no tienen perdón de Dios -una expresión más propia de sus nuevos socios democristianos-, Iceta se distancia de PP y Ciudadanos a la hora de mostrarse más piadoso con los presos encarcelados.

Sea por compasión o porque estando en la cárcel pueden activar el voto independentista, el líder socialista es de los que cree que Junqueras y los consellers deberían estar fuera para participar en la campaña. “Yo quiero tener una campaña con debates con todos los candidatos”, reclamó ante el público del Círculo Ecuestre. Pero esta vez no se ganó su aplauso.