La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha explicado este lunes que la Generalitat no tienen previsto alargar el toque de queda más allá del 9 de mayo, cuando decae el estado de alarma que ampara esta medida restrictiva. Siempre en función de cómo avance la situación epidemiológica, que por ahora está estabilizada e incluso con una leve tendencia a la baja, Budó ha adelantado que por ahora “nada hace pensar que sea necesario decretar medidas de este tipo”.
“En el momento en que estamos ahora, nos hace pensar que si finalmente el Estado levanta el estado de Alarma, no necesitaremos aplicar medidas adicionales, pero esto siempre que los datos sigan como están yendo, don esa tendencia a la baja que se está consolidando”, ha detallado Budó en una entrevista en RNE. Actualmente, los contagios evolucionan ligeramente a la baja y las UCI también, con 479 ingresados con COVID-19.
Estos planes del Govern, que deberán ser sometidos a consideración del Procicat a lo largo de la semana, no son incompatibles con la modificación de la ley de salud pública, prevista para este martes, para poder precisamente adoptar medidas como el toque de queda sin la vigencia del estado de alarma, según ha reivindicado Budó. La consellera ha asegurado que la voluntad de la Generalitat es prepararse igualmente por si hay que aplicar restricciones como la de la movilidad nocturna en el futuro.
La fecha del 9 de mayo ha pasado a ser clave para la desescalada de la Generalitat. A partir de ese día los bares y restaurantes podrán abrir hasta las 23.00 horas, cuando hasta ahora Catalunya era de las comunidades autónomas que mantenía unas restricciones más duras en el sector hostelero. Los locales podrán volver a servir cenas después de casi medio año –sin contar el breve paréntesis de unos días en diciembre– con los aforos actuales: un 30% en interior y un 100% en terrazas.
Hasta ese día, la Generalitat decidió prorrogar el grueso de las medidas restrictivas, aunque este lunes han entrado en vigor algunas pequeñas modificaciones. Entre ellas, destaca la apertura de parques de atracciones (como el Tibidabo o Port Aventura, con aforo del 30%) y la posibilidad de celebrar asambleas de entidades deportivas.