La evolución de la epidemia de coronavirus en Lleida se complica. Los casos detectados se han multiplicado en los últimos días y, aunque de momento se descarta el confinamiento, el Departamento de Salud ya ha habilitado un hospital de campaña para descongestionar el hospital principal de la ciudad, el Arnau de Vilanova. “Los ingresos nos hacen pensar que tenemos que actuar”, ha asegurado este viernes la consellera Alba Vergés.
El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) ha habilitado al lado del hospital un Área Sanitaria Móvil con capacidad para 105 personas. El objetivo del dispositivo es dar apoyo a sus Urgencias. Servirá para hacer un cribado de los sospechosos, a los que se realizará una prueba PCR y se derivarán al hospital, si están graves, o su domicilio u otros equipamientos en los que puedan hacer cuarentena.
La transmisión del coronavirus en la provincia de Lleida es desde hace semanas la principal preocupación del Departamento de Salud de la Generalitat. De momento no se plantean un cierre perimetral, como se hizo en la Conca d'Òdena, ni una vuelta atrás en la desescalada, como se hizo en la vecina Huesca, pero este viernes la consellera Vergés ha subido el tono de su discurso. “Antes de decirles que se queden en casa y que no se muevan, pedimos que bajen el ritmo y que hagan solo lo que han de hacer con mucha precaución”, ha señalado.
Primero en una entrevista en Catalunya Ràdio y luego en una rueda de prensa desde el hospital de Lleida junto al alcalde Miquel Pueyo, Vergés ha informado que son ya ocho los brotes detectados en la región y que el “importante” aumento de casos se está empezando a notar en las camas del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. En este sentido, ha pedido a la población de las comarcas colindantes de Aragón que no acudan en la medida de lo posible a este hospital (suelen suponer un 10% de sus pacientes), sino que vayan al de Barbastro.
Vergés ha puesto números a la presión que recibe en estos momentos el Arnau de Vilanova. De las 6 hospitalizaciones y 4 ingresos en UCI el pasado 22 de junio se ha pasado a 21 hospitalizaciones y 6 en UCI.
“Lo más importante es que la ciudadanía se lo tome muy en serio. En una o dos semanas el panorama puede cambiar y causar estragos”, ha advertido Vergés. Los datos no son esperanzadores: en una semana se han duplicado los contagios en la región sanitaria, pasando de 167 a 325, según Salud.
Las cifras del Ministerio de Sanidad para la provincia muestran que la media semanal de casos diarios por 100.000 habitantes, a fecha 24 de junio, era de 13, el triple que siete días antes. Ese día se detectaron 123 contagios en la región, el récord desde el inicio de la pandemia, aunque la Generalitat matiza que se explica en parte por la mayor capacidad actual de hacer diagnósticos. “Estamos detectando muy bien los casos y tenemos capacidad diagnóstica para poder seguir las cadenas de transmisión”, ha asegurado la consellera.
Los brotes detectados en Lleida son de momento ocho y afectan a varias empresas hortofrutícolas y agroalimentarias, a una residencia de gente mayor, a un bloque de viviendas de la plaza Josep Solans y al albergue para temporeros Jericó. En este último se han diagnosticado 21 positivos. En los equipamientos para personas que necesitan estar en cuarentena hay ahora mismo 120 personas.
Quejas de incumplimientos de la cuarentena
La Asamblea de Vecinos del Centro Histórico de Lleida ha criticado en un comunicado que en el barrio no se han estado manteniendo las medidas de cautela y prevención contra los contagios. Miembros de la Asamblea han asegurado que el confinamiento que se debería hacer en el albergue Jericó y la plaza Josep Solans “no es tal” ya que “la entrada de personas de estos dos inmuebles es continúa”.
Según 'Som Veïns', en el edificio de Josep Solans, donde en principio están confinados todos los vecinos por un brote, se ubica un narco-piso en el que se continúa vendiendo droga.
El alcalde Pueyo ha respondido a estas denuncias asegurando que el bloque de Josep Solans no está confinado en su totalidad, sino solamente algunos de sus inquilinos. Y que en albergue para temporeros sin techo hay 50 personas confinadas con vigilancia en la puerta.
Pueyo ha aprovechado para hacer un llamamiento a la población a que no acuda a Lleida para trabajar en el campo. Más temporeros que nunca se encuentran estos días durmiendo en las calles de la ciudad o en los dispositivos municipales (260 personas en el polideportivo del Ayuntamiento). “Del mismo modo que el sector pidió brazos en su día, que hagan el favor de explicar que por el volumen de producción y la disminución del trabajo a consecuencia de las tormentas, no se necesitan más manos para trabajar”, ha pedido. “No es deseable en absoluto que se desplacen a Lleida más personas de las que hay”, ha zanjado.