El Gobierno y la Generalitat han celebrado este viernes una nueva reunión de la comisión Bilateral Estado-Generalitat que ha dejado regusto a trámite. La ministra Isabel Rodriguez y la consellera Laura Vilagrà han capitaneado los equipos de cada lado, que se han reunido en el Palau de la Generalitat a las 17 horas, con un orden del día pactado previamente y sin grandes titulares en materia de traspasos. La cita se produce en un momento de abierta discrepancia entre ambas administraciones por la fecha en la que debe celebrarse la nueva convocatoria de la mesa de diálogo. Tras cinco meses sin contactos públicos, el Govern redobla sus llamadas para que se convoque ya, mientras el Gobierno responde que no ve urgencia. Con todo ambos coinciden en hablar de “las próximas semanas”.
La agenda con la que este viernes se han sentado los equipos era, en parte, una continuación de la que ya trabajaron en agosto pasado, la última vez que se vieron. En esta ocasión Gobierno y Generalitat han cerrado acuerdos para el traspaso de las becas, valoradas en 120 millones de euros, también de los tramos de autovía metropolitana, la B-23 y B-30, y el canal de riego Xerta-Sènia. En lo referente al Ingreso Mínimo Vital, el acuerdo ha sido crear un grupo de trabajo para estudiar su traspaso, pese a que la cogestión fue uno de los acuerdos arrancados por ERC para la aprobación de los Presupuestos Generales en 2020.
Tras el acuerdo de este viernes la Generalitat tendrá la bolsa y el grifo de las becas, lo que significa que podrá diseñar íntegramente las políticas sobre las ayudas estudiantiles, una reclamación histórica que se arrastra de hace décadas. En el Govern también sacan pecho por lo que entienden que es una “devolución” del centro metereológico del Turó de l'Home, en el Montseny, que había sido construido por la Generalitat durante la II República. También en la lista de conquistas el equipo de Laura Vilagrà y el vicepresident Jordi Puigneró apunta la gestión del canal Xerta-Sènia, de importancia fundamental para el regadío en la zona de las Terres de l'Ebre.
“Necesitamos mejorar en el ritmo y en la entidad de los acuerdos”, ha valorado Vilagrà. “Ha quedado una Bilateral muy escasa, de mínimos”, remachaba Puigneró, que ha considerado que la lista de traspasos denota “que el Gobierno sigue sin tener Catalunya como prioridad”. Una opinión prácticamente contraria tenían en el Ministerio de Política Territorial, que por boca de su titular Isabel Rodriguez ha celebrado un “acuerdo histórico” por lo que ha descrito por “un avance competencial que no se había conseguido en una década”. “Hemos logrado normalizar las relaciones con una comisión estatutaria muy importante”, ha asegurado la ministra.
Pese a la satisfacción del Gobierno, ninguna de las grandes cuestiones a las que aspiraba la Generalitat han acabado apareciendo en la reunión de este viernes. El traspaso de Rodalies, al menos en lo que tiene que ver con la vertiente económica, es la gran apuesta de Puigneró para esta legislatura, pero por el momento la negociación continúa encallada en el grupo de trabajo que debe resolver a cuánto asciende el coste de explotación. Por esta última cuestión no se ha tratado como tema en al reunión de este viernes, aunque Puignerò ha asegurado que él sí lo ha citado “sin respuesta por parte del otro lado de la mesa”.
Tampoco han aparecido otros asuntos como el MIR, la prueba de evaluación de especialistas en medicina, o el traspaso de la competencia en Salvamento Marítimo, dos cuestiones que la Generalitat entendía que habían quedado apalabradas y que de hecho el Gobierno sí había visto bien traspasar en momentos anteriores, pero que ahora se han frenado. Respecto al MIR, la Generalitat reclama poder decidir cuántas plazas necesita para Catalunya de cada especialidad, lo que entiende que podría acabar con el déficit de profesionales médicos en algunos ámbitos. Pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, fue tajante en verano pasado cuando aseguró que no habrá “ningún traspaso sobre esa materia”.
Antesala de la mesa de diálogo
Pere Aragonès acabó el año pasado augurando que 2022 sería la fecha en la que la mesa de diálogo con el Gobierno “comenzara a dar frutos”. Pero en el segundo mes de año la Generalitat comienza a tener dudas de si obtendrá algún avance de calado, no ya de la mesa sobre el conflicto político, sino simplemente de la Comisión Bilateral, que se ocupa de los asuntos competenciales y de gestión. Aunque Vilagrà se ha esforzado por separar ambos foros, en esta segunda reunión ha quedado patente que, al actual ritmo, es difícil que la Bilateral llegue a abordar los grandes temas que espera obtener el Govern.
Pese a esta constatación, desde el Govern han retirado que son mesas separadas y que la reunión de este viernes debe servir para generar un clima de confianza de cara al foro en el que, según afirma, se aborda el conflicto catalán. En todo caso, Vilagrà ha subrayado como una necesidad que la mesa de diálogo se celebre cuanto antes, mientras que Rodríguez ha puesto también en valor “los pasos tan importantes que ambas administraciones estamos dando para el rencuentro entre Catalunya y España y también entre los catalanes”. Durante la rueda de prensa además la ministra ha recordado que el compromiso de la mesa de diálogo es avanzar “sin prisa, sin pausa y sin fechas” y, también, “hacerlo con discrección”. “Por el momento lo estamos cumpliendo”, ha subrayado.