Nuevo plantón para el ministro de Educación, José Ignacio Wert. Si ayer fue la consejera en funciones de Educación de Cataluña, Irene Rigau, la que abandonó antes de tiempo la conferencia sectorial que reunía a los representantes de educación de las comunidades autónomas en Madrid, hoy será el secretario de Universidades catalán, Antoni Castellà, quien no asistirá a la Conferencia General de Política Universitaria. Sus motivos son los mismos que los de Rigau: considera que el anteproyecto de ley de calidad educativa supone una ofensiva contra el modelo de inmersión lingüística de Cataluña. “El texto supone una agresión directa contra la lengua catalana y el Estatut, y deja en runas el modelo catalán de acceso a nuestro sistema universitario”, ha declarado Castellà en un comunicado.
El borrador de la Lomce prevé cambios en las Pruebas de Acceso a la Universidad, algo que el secretario de Universidades ve como una invasión de competencias. Hasta ahora existía la prueba conocida como selectividad, con unos contenidos que fijaban las comunidades autónomas, pero el anteproyecto de ley prevé su supresión. Sí que habrá una evaluación, elaborada sin embargo por el Ministerio, que servirá sólo para conseguir el título de bachillerato -representará un 40% de la nota final. Para acceder a la universidad seran los mismos campus los que tendran la posibilidad de establecer pruebas de acceso específicas. Según Castellà, Wert se comprometió en la última reunión a rectificar algunos de los criterios de esta reválida, pero no lo ha hecho. “Y no solo no ha corregido esta situación, sino que la ha empeorado, porque el nuevo anteproyecto es marcadamente reglamentista y margina a la Generalitat”, a afirmado el secretario.
Hasta ahora, Cataluña ha sido la comunidad autónoma más beligerante contra la reforma educativa de Wert. Tanto la consejera de Enseñanza como el Govern ya dejaron claro que, pase lo que pase, seguirán aplicando su Ley de Educación de Cataluña (LEC), y para la semana próxima está previsto que el Ejecutivo en funciones catalán se reúna con PSC, ERC e ICV-EUiA para hacer un frente común contra lo que consideran un ataque al modelo de escuela actual.