Ni toque de queda ni cierres perimetrales. El Govern ha confirmado que las dos principales medidas limitadoras de derechos fundamentales caerán el 9 de mayo con el estado de alarma, porque la Generalitat no tiene previsto reclamar su continuidad ante los tribunales. El vicepresident Pere Aragonès ha afirmado que la evolución de los datos epidemiológicos, junto con el buen ritmo de la vacunación, permiten dejar sin efecto las dos restricciones más duras, aunque ha afirmado que mantendrán otras, como la limitación al derecho de reunión, que será de como máximo seis personas, además de mantener cerrada la hostelería y locales de ocio más allá de las 11 de la noche.
Govern además no descarta poder reclamar el aval del Tribunal Superior de Justicia para imponer toques de queda o confinamientos territoriales más adelante, si los datos epidemiológicos empeoran en el futuro. Sin embargo el Ejecutivo ha asegurado que su voluntad no es hacer “pasos adelante y atrás”, sino ir desescalando en las medidas de manera segura y siempre cuando la epidemia lo permite. El Govern además ha confirmado que acudirá a la sala del contencioso-administrativo para reclamar el aval al límite a las reuniones de más de seis personas.
Aragonès ha rechazado además valorar la modificación introducida por el Gobierno central para permitir a las comunidades acudir al Tribunal Supremo si los tribunales autonómicos no avalan sus restricciones. El vicepresident ha detallado que no han podido leer la medida, más allá de los titulares, una situación por la que ha criticado al Ejecutivo central al considerar que no informa a las comunidades con suficiente antelación. “No queremos introducir más confusión. Si no necesitamos aplicar un toque de queda y un confinamiento perimetral, esperemos a que el marco jurídico estatal se aclare y a partir de aquí decidiremos si hay que hacer modificaciones”, ha afirmado.
El Consejo Ejecutivo ha cambiado de opinión y ha decidido no aprobar este martes la reforma del marco normativo que, según habían explicado la semana pasada, debía facilitar que el Govern pudiese aplicar medidas extraordinarias como el toque de queda o confinamientos perimetrales en ausencia del estado de alarma. Según ha indicado Aragonès, Catalunya “ya dispone del marco normativo” para poder reclamar estas restricciones, gracias a la modificación de la ley de salud pública de Catalunya en julio pasado, que les permitió aplicar en verano un confinamiento de la comarca del Segrià, en Lleida, con aval judicial.
Con esa eventual modificación normativa, que nunca se llegó a detallar, la Generalitat quería reforzar el marco legal para aprobar este tipo de restricciones, puesto que sin estado de alarma las decisiones que afectan a derechos fundamentales dependen del aval del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Este mismo lunes, sin ir más lejos, la consellera de Presidencia Meritxell Budó aseguró que seguían con la intención de sacar adelante el nuevo texto, aunque ya adelantó que, si se mantienen las actuales datos epidemiológicos, no será necesario mantener el toque de queda nocturno. Habrá que ver también si se mantiene el confinamiento perimetral de Catalunya.