Salvador Illa aha tomado este martes sus primeras medidas como nuevo jefe del Govern, con dos comisionados, uno de nueva creación para garantizar las inversiones en los barrios y otro, ratificado del anterior ejecutivo, para el traspaso de Rodalies. Junto a esto la consellera y portavoz novel, Sílvia Paneque, ha anunciado la visita de Illa este miércoles a la cúpula de los Mossos d'Esquadra para expresar el máximo apoyo al cuerpo.
Con estas tres medidas, el president comienza a mostrar las prioridades de la nueva Generalitat, que pasan por recuperar la presencia del llamado 'plan de barrios', que fue una de las medidas estrella del gobierno de Pasqual Maragall y que, aunque ha continuado vigente, había perdido lustre. Para reactivarlo, Illa ha colocado a Carles Martí, un histórico del PSC con gran trayectoria en el Ayuntamiento de Barcelona.
El Govern de Illa tiene entre sus objetivos hacer una mejora perceptible en los servicios públicos, por lo que Rodalies es una de las carpetas ineludibles. En este ámbito, Illa ha confirmado a Pere Macias como comisionado para el traspaso que deberá acabar de negociar la Generalitat con el Ministerio deTransportes. El de Macias es un nombre de consenso, que ya tuvo cargo en Renfe bajo la administración socialista.
No menos importante será la visita que Illa pretende llevar a cabo junto a la nueva consellera de Interior, Núria Parlon, al complejo central de los Mossos, el llamado centro Egara, en Sabadell.
“Este Govern quiere hacer un reconocimiento de la profesionalidad del cuerpo de Mossos d'Esquadra, tenemos plena confianza y eso es lo que el president les trasladará este miércoles”, ha asegurado Paneque.
Pese a que ha sido preguntada en varias ocasiones, la consellera no ha querido confirmar aún el nombre de Josep Lluís Trapero como nuevo director general de la policía, un cargo que le colocaría en las riendas políticas del cuerpo y al que nunca un uniformado ha llegado hasta ahora.
El nombre del mayor de los Mossos fue deslizado por el propio Illa en campaña y fuentes del Govern afirman que es seguro que el cargo está reservado para él, pero que se quiere oficializar todo a la vez, incluyendo, eventualmente, un relevo en la cúpula de comisarios.
Parlon y Trapero llegarán a un cuerpo que quedó roto por la mitad tras los sucesos de la investidura, cuando Carles Puigdemont logró entrar en Barcelona, participar en un mítin y volver a esfumarse. Unos hechos que ya están judicializados y de los que el Ministerio del Interior traslada toda la responsabilidad a los Mossos. De hecho, en su primera respuesta al Supremo, el Ministerio ha asegurado que los Mossos rechazaron el “apoyo operativo” ofrecido por Policía Nacional y Guardia Civil para detener a Puigdemont.
El apartado económico será también una prioridad de este nuevo ejecutivo. Además de encargar a todos los departamentos que comiencen a trabajar en el plan de gobierno, el president ha pedido a la consellera de Economía, Alicia Romero, que comience a pensar en los nuevos presupuestos, que deben comenzar a prepararse en otoño si se pretende que estén listos en enero.
De cara al próximo consejo de gobierno, que será ya el 27 de agosto, la consellera presentará un informe sobre las opciones que hay para las próximas cuentas de la Generalitat. Entre ellas ya se adelanta que se valorará recuperar el proyecto pactado con ERC y que los Comuns rechazaron, lo que provocó el adelanto electoral de Pere Aragonès.
Menos concreta ha sido Paneque respecto a los cambios en financiación autonómica pactados con ERC, una cuestión que puede ser uno de los principales retos de la legislatura. Preguntada en varias ocasiones, la consellera ha rechazado referirse a una “financiación singular”, ni tampoco confirmar si para el Govern es necesario que Catalunya salga del régimen común, como también ha esquivado referirse a ella como “concierto económico”.
Paneque no se ha permitido ir más allá de asegurar que se trata de mejorar la financiación para Catalunya y de hacerlo sin perjudicar a otras comunidades. Con todo, Paneque ha asegurado que el acuerdo con ERC es lo que el Govern tiene previsto seguir “al pie de la letra”.