Movilización y diálogo. Estos han sido los mensajes que han lanzado los partidos en el inicio de la Diada. Mientras las formaciones independentistas han llamado a participar en la manifestación que esta tarde organizará la Assemblea Nacional Catalana (ANC), PSC y 'comuns' han enfocado hacia la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat la próxima semana y han confiado en que sirva para cambiar el rumbo de la política catalana.
Un año más la Diada ha empezado con la tradicional ofrenda floral que partidos e instituciones han realizado en el monumento de Rafael Casanova. Pese a que se da por descontada una menor movilización por el coronavirus y el cansancio de las bases independentistas tras casi una década de procés, ERC y Junts han insistido en pedir a la ciudadanía que acuda a la marcha de la ANC.
El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha llamado a “la movilización y la determinación para ganar la libertad” y avanzar hacia la independencia de Catalunya. Sànchez ha protagonizado la ofrenda floral junto a los exconsellers de la Generalitat Josep Rull y Joaquim Forn, en su primera Diada tras salir de la cárcel gracias al indulto concedido por el Gobierno.
También los presos indultados de ERC, con su líder Oriol Junqueras a la cabeza, han protagonizado la ofrenda floral de los republicanos. La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha pedido movilizarse para fortalecer al independentismo antes de la mesa de diálogo y hacer una alianza entre ciudadanía e instituciones que consiga “hacer imbatible el referéndum”.
Las discrepancias entre ERC y Junts sobre la mesa han vuelto a constatarse este 11 de septiembre: Jordi Sànchez no ha tenido dudas para declararse “profundamente escéptico” ante el diálogo.
Òmnium Cultural ha vuelto a intentar poner paz entre los socios independentistas. “Hagamos posible una estrategia conjunta”, ha señalado el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, en el acto que cada año celebra la entidad. Cuixart también ha urgido al independentismo a “continuar presionando” con movilizaciones en las calles “sin ceder al chantaje de la represión” la cual, a su juicio, busca “dividir, crispar y frustrarlo” para que “se quede en casa” y “renuncie a sus derechos y anhelos colectivos”.
Por su lado, el jefe de la oposición y líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, ha reclamado al Govern que aproveche la celebración de la Diada para “abrir un diálogo sincero y honesto dentro de Catalunya” que permita afrontar con garantías los “grandes retos” que plantea la salida de la crisis de la COVID-19.
Illa ha acudido al monumento del conseller en cap durante la caída de Barcelona acompañado de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, protagonista esta semana por el freno a la ampliación del aeropuerto de El Prat. Antes de que arrancaran las ofrendas, el exministro ha mantenido una charla distendida con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y con el vicepresidente, Jordi Puigneró.
La líder de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ha abogado por que la mesa de diálogo, sirva “para salir del atolladero de bloqueo y parálisis”. “Por primera vez tenemos mayorías dispuestas a resolver este conflicto político a través de la política de manera bilateral”, ha enfatizado, para a renglón seguido remarcar que la política catalana se encuentra en “un punto de inflexión”. Y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha expresado “toda la confianza” en la mesa de diálogo, en la que, ha añadido, se podrá “hablar de todo sin prisas ni presiones”.
Como viene siendo habitual los últimos años, PP y Ciudadanos no han participado en la ofrenda floral en el monumento a Rafael Casanova. El partido de Inés Arrimadas ha celebrado un acto en la playa de Barcelona y el PP lo ha hecho en L'Hospitalet. Ambos partidos han cargado contra la mesa de diálogo, rebautizada como “mesa de chantaje” por parte del portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa.